martes, 17 de septiembre de 2013

Colombia, con déficit de recolectores de café



Por los próximos tres meses el recolector de café, José Reinelio Pineda, puede ser uno de los hombres más “apetecidos” de Colombia. Por estos días anda buscando a los cafeteros para asegurar la recolección de la segunda cosecha del año, que recae en la zona central cafetera (Antioquia, Caldas, Quindío, Risaralda y Valle), Huila, Santanderes, Boyacá y los departamentos del norte del país.

A diferencia de las últimas cuatro cosechas principales, la del 2013, que se inició en forma desde el 15 de septiembre, viene con mejor producción, lo que inevitablemente indica que necesitarán más recolectores, como José Reinelio. El oficio le ha permitido a este cosechero sostenerse, “no soy desagradecido”, dijo, pero de lujos, “ni los huelo”, agregó.

Lo cierto es que para que el país llegue a la meta de producir este año 10 millones de sacos de 60 kilos, en los últimos cuatro meses se deben recolectar 3.3 millones que requerirán, según los estimativos de los Comités de Cafeteros de los departamentos que tienen la cosecha grande, unos 250,000 recolectores en los picos. De éstos, no más de 30%, son mujeres, y de ellos cerca de 50%, son trashumantes, cosecheros que van de región en región buscando café. La otra mitad proviene de la misma zona.

Reclutar esa mano de obra, en un país con una tasa de desempleo que toca un 10%, podría parecer fácil. Pero para los cafeteros esto se convirtió en un dolor de cabeza adicional. Los recolectores se volvieron escasos y este oficio mantiene una competencia inclemente con la construcción, las ventas ambulantes y hasta con la comercialización de minutos en las plazas de los pueblos.

Según un sondeo realizado por el diario La República en las regiones donde se empezó a recoger la cosecha, en algunas zonas de Antioquia y Caldas hay cierta alerta por escasez de recolectores, pero lo más complejo podría venir en los picos de la cosecha. “Necesitamos 80,000 personas en el punto alto que está en octubre y noviembre y no la estamos viendo fácil”, dice el director ejecutivo del Comité del departamento de Antioquia, Luis Fernando Botero.

En la actual coyuntura del país, Álvaro Peláez, dirigente cafetero de Antioquia, le echa la culpa de esta situación en parte al paro agropecuario, pues según dice, la movilización campesina no permitió que los andariegos del sur se desplazaran. “Hemos tenido que valernos de artimañas para que el déficit de jornaleros no frene la recolección, y conseguir el 50% de cosecheros que hacen falta”, dijo.

En ese mundo, un recolector vale por lo que coja y José Reinelio tiene sus cuentas claras: “recojo unos 80 kilos diarios y cada uno lo pagan a 350 pesos colombianos (0.18 dólares)”. Una matemática simple señala que trabajando de lunes a viernes este cosechero devenga al mes cerca de un salario mínimo sin seguridad social, al que le descuentan la alimentación (9,000 pesos diarios, unos). Otros con mayor habilidad recolectan entre 100 y 120 kilos. “Ha faltado voluntad política y gremial para formalizar la mano de obra cafetera porque se han hecho propuestas”, señaló el presidente del Comité de Caldas, Marcelo Salazar.

La recolección es lo que más pesa en los costos de producción de la caficultura (entre un 40% y 60%) y es una de las más costosas entre países productores. El codirector del Banco de la República, César Vallejo, dice que para bajar ese costo “la idea no es reducir salarios, sino producir más por unidad de costo, eso quiere decir productividad”, agregó.

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