La mala noticia la dio el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, el lunes: después de cuatro años consecutivos de malas cosechas Colombia está a punto de dejar de ser el cuarto productor mundial de café.
Según Restrepo, en ese período la producción en el país suramericano -durante mucho tiempo el segundo productor mundial del grano, sólo por detrás de Brasil- pasó de un potencial de 12 millones a un promedio de ocho millones de sacos anuales.
Y los pronósticos "no pintan nada bien para el 2012", agregó.
La caída ha hecho que la producción cafetalera de Colombia, que ya había sido superada por Vietnam, actualmente también sea menor que la de Indonesia.
Y, según el ministro, Perú y Etiopía ya le están pisando los talones a Colombia en lo que se refiere a volumen de producción.
El funcionario se dijo preocupado por lo que esto podría significar en términos de acceso a mercados.
"Un tostador, que estaba enseñado a recibir una cantidad de café colombiano, no puede indefinidamente esperar más de cuatro años", dijo durante un encuentro con caficultores del departamento de Antioquia.
"Si esto se prolonga, empezarán a darse sustituciones en las mezclas de los grandes tostadores de cafés, que usaban tradicionalmente el (café) colombiano, por granos de otros orígenes", advirtió.
Calidad
No todo, sin embargo, son malas noticias.
Este martes, por ejemplo, la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia anunció la firma de un acuerdo de cooperación por US$50 millones de dólares con uno de sus principales clientes: Nestlé Nespresso S.A.
Y el acuerdo -que también contempla contribuciones de actores públicos y privados por otros US$35 millones - parece además confirmar que la apuesta a futuro del café colombiano es más un tema de calidad que de cantidad.
"Colombia está cada vez más orientada a producir café de altísima calidad", dijo durante la firma del convenio Luis Genaro Muñoz, el gerente de la FNCC.
Y para el director de mercadeo y sostenibilidad de Nestlé Nespresso, Guillaume Le Cauff, el monto de la inversión de la multinacional suiza en Colombia viene a confirmar el rol clave que el país suramericano y sus productores juegan en ese mercado en particular.
Se trata además, según Muñoz, de un mercado que ha estado creciendo de forma sostenida a un ritmo de aproximadamente un 7% anual.
Y ese crecimiento debería permitir no sólo un aumento del número de caficultores colombianos vinculados al programa Nespresso -actualmente unas 37.000 familias, dedicadas a la producción de café de calidad bajo estrictos estándares de sostenibilidad ambiental en cinco departamentos- sino también la apertura de nuevas oportunidades para un número mucho mayor de productores del país.
"El mercado está ahí", dijo Muñoz. "Lo que tenemos que hacer es ir a por él", agregó.
Optimista
El gerente de la Federación de Cafeteros de Colombia también se mucho más optimista que el ministro Restrepo a la hora de valorar las perspectivas de la producción.
"El problema de pasar o no los ocho millones de sacos es nada más cuestión de tiempo, y de poco tiempo", afirmó.
Entre las razones para su optimismo, Muñoz mencionó el final de las intensas lluvias ocasionadas por el fenómeno de La Niña y el progreso del plan de renovación de cafetales que quiere hacer de la colombiana una caficultura "climáticamente inteligente" comprometida con la calidad.
"El próximo año, con o sin Niña, la producción de Colombia volverá a avanzar de forma importante", prometió.
FUENTE: http://economia.terra.com.ar/
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