Desde que el pasado 9 de abril fuera allanada la sede de la empresa Tracto América, la incertidumbre se ha impuesto en la que, hasta entonces, fuera una de las más importantes distribuidoras de maquinaria agrícola del país, pues trabajadores y clientes dan por descontado que pronto será ordenada su expropiación.
"Venimos solo a cumplir horario. El Ministerio de Agricultura y Tierras nombró la junta interventora pero a estas alturas no se ha hecho nada. Seguimos a la espera de una decisión", señaló Gabriel Vargas, responsable de ventas en la corporación con sede en Barquisimeto, estado Lara.
Destacó que si bien ni se han producido despidos y que la plantilla directiva sigue oficialmente en funciones, la empresa se encuentra totalmente paralizada no solo por el limbo legal en el que se encuentra tras la intervención, sino porque por órdenes del Ministerio Público fueron confiscados todos los equipos y sistemas informáticos que permiten la operatividad de la compañía.
Sin explicación
Muchas han sido las hipótesis que han salido a relucir para explicar la intervención, desde la evasión hasta ilícitos cambiarios y tráfico de drogas, pero lo cierto es que los trabajadores ignoran la verdadera razón del procedimiento. "Nadie nos da una explicación", dijo Vargas, quien denunció que ni siquiera han cobrado el sueldo correspondiente a la quincena pasada (15 de mayo).
Dentro del personal ya comienzan a aflorar los temores ante una posible expropiación.
"Estamos divididos porque hay quienes creen lo que dicen los interventores, que la oligarquía nos tenía quebrados, mientras que otros no creen eso. Vemos el caso de Agroisleña y nos preguntamos si terminaremos igual", afirmó otro trabajador que prefirió el anonimato, y quien se pregunta que si se trata de un proceso contra la oligarquía por qué no se ha entregado las maquinarias ya canceladas a su compradores.
Al respecto, Carlos Albornoz, vicepresidente de Fedeagro, señaló haber sufrido las consecuencias, pues tuvo que acudir al alquiler de maquinaria, pues la adquirida por uno de sus socios no ha sido entregada.
"Tampoco se consiguen los repuestos de la marca Massey Fergunson distribuida por Tracto América", dijo Albornoz, para quien lo delicado de la situación es que la paralización ocurra justamente en época de siembra, lo que podría afectar la cosecha de varios rubros, tomando en cuenta que la firma representa 50% de las cosechadoras y sembradoras que existen en el país.
Cero ensamblaje
La intervención y casi segura expropiación echaría por tierra los planes de ensamblaje de Tracto América, los cuales −según Gabriel Vargas− debían concretarse este año. Para hacer realidad el plan, la empresa debió aceptar que el Estado participara como socio mayoritario con 52% de las acciones.
Jesús Hurtado
jhurtado@cadena−capriles.com
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