ARGENTINA: El vino será bebida nacional

El lunes 1º de noviembre Presidencia de la Nación declarará al Vino Bebida Nacional. El decreto reconoce oficialmente el acervo cultural de esta bebida en Argentina y su importancia económica. Lo único que le faltaba al vino era entrar a la liga de los próceres nacionales. Si hasta ahora compartía el cargo no oficial de embajadores argentos que ostentan el asado, el mate y el dulce de leche, la industria del vino logrará en los próximos días entrar al hall of fame oficial de la Argentina, cuando Presidencia de la Nación lo declare “Bebida Nacional”. Se trata de un importante logro para de la vitivinicultura argentina y es el resultado de muchas gestiones institucionales, entre las que destacan la  del Fondo Vitivínicola Mendoza y de la Corporación Vitivinícola Argentina, realizadas en el ámbito del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Entre los considerandos que contempla el Decreto Oficial –que será firmado el lunes 1º a las 18 horas por el Ejecutivo Nacional, de no mediar algún aplazamiento por razones de público conocimiento- es importante destacar algunos. Por ejemplo: “Que la Vitivinicultura Argentina tiene más de cinco siglos de historia, integrando la tradición de los inmigrantes europeos y los saberes de los pueblos originarios y dando origen a la vitivinicultura más importante de América del Sur”. También, que da “lugar a una actividad económica crecientemente sustentable, respetuosa del medio ambiente y de gran importancia social y económica para todas las provincias productoras.”  Y que “el vino evoca una modalidad cultural de consumo moderado (…) arraigadas en el ámbito familiar y de la amistad, donde la moderación y el control social se aúnan con el disfrute.” El otro punto importante por el cual el vino conseguirá esta distinción, es de raíz técnica, ya que destaca el proceso de reconversión que se inició en la década de 1990 –con pocos precedentes en otras industrias-, con la  implantación de variedades de alta calidad enológica –Malbec, Bonarda, Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot, Tempranillo, Chardonnay y Sauvignon Blanc, entre otras-. Y destaca “la incorporación de tecnología (…) que, en todos los casos ha contado con una fuerte apuesta a la industria nacional y a la mano de obra calificada local. Asimismo, el nuevo estatuto del vino es un reconocimiento a una industria integradora, en la que pueden convivir la gran, mediana y pequeña empresa con altos estándares de calidad y generación empleo en el largo plazo. Y que, además de consolidarse como industria con una doble orientación, hacia el mercado interno y la exportación, y que esas “circunstancias convierten al vino en un honorable Embajador en el Mundo y enorgullece a los argentinos que beben en el mercado doméstico los mismos vinos que se exportan y que prestigian al país en todos los continentes”. Por último, entre los valores importantes, el Decreto afirma que “que el vino es un elemento básico de la identidad argentina” y que “es un producto alimenticio de consumo masivo que, por sus cualidades nutricionales comprobadas, integra la canasta básica familiar de diferentes grupos sociales, culturales y económicos del país.” Todos motivos de orgullo, para una industria que crece y que mejora año a año. FUENTE: http://www.lmneuquen.com.ar