Emplear el sorgo dulce para producir bioetanol es una alternativa para que Panamá no sea tan dependiente de los precios internacionales del petróleo y que incluso ya cuenta con estudios preliminares.
Ramón Varela Morales, uno de los investigadores, dijo que esta es una alternativa que puede ser utilizada en el corto plazo y que las leyes en Panamá permiten el uso de bioetanol como combustible.
“Nosotros estamos probando el bioetanol producido con el jugo del sorgo dulce, que según los resultados que hemos obtenido puede dar mayor rendimiento por hectárea que la caña de azúcar en un ciclo de un año”, agregó.
Según Varela, probaron que el sorgo dulce se puede cosechar hasta tres veces por año en climas tropicales, mientras que la caña de azúcar tiene una sola cosecha anual.
En Panamá solo se conoce el sorgo forrajero que se utiliza como alimento para los animales; el sorgo dulce, por su parte, puede medir hasta 4.5 metros y es el jugo de su tallo el que se emplea para producir bioetanol.
Para la investigación, Panamá se asoció con una empresa en Colombia que a su vez tiene un acuerdo con CORPOICA, que es el equivalente al Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (IDIAP) en el país y que tiene los derechos sobre la semilla.
Los investigadores probaron quince variedades de sorgo dulce para ver cuáles les daban mejores resultados, porque típicamente ha sido utilizado en clima frío, donde obtienen una cosecha al año. Esta investigación, además de Varela, estuvo a cargo de Jaime Bernal, Javier García e investigadores del IDIAP.
“Su mayor ventaja es que no compite con el alimento humano. En Estados Unidos se produce bioetanol a base de maíz, lo que ha elevado el precio de este producto de consumo humano, y en Brasil se ha producido bioetanol a base de la caña de azúcar, lo que ha aumentado el costo del azúcar”, enfatizó.
Varela advirtió que aún queda pendiente realizar estudios de factibilidad para llegar a la producción de alcohol con base en sorgo dulce y que para el desarrollo se puede emplear una asociación público-privada o privada totalmente.
Este es uno de los 37 proyectos de investigación y desarrollo presentados ayer por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Investigación (SENACYT).
El jefe de la SENACYT, Rubén Berrocal, dijo que cada vez se acercan a uno de sus objetivos principales que consiste en que Panamá cuente con una masa crítica de investigadores de alto nivel en ciencia y tecnología.
Ramón Varela Morales, uno de los investigadores, dijo que esta es una alternativa que puede ser utilizada en el corto plazo y que las leyes en Panamá permiten el uso de bioetanol como combustible.
“Nosotros estamos probando el bioetanol producido con el jugo del sorgo dulce, que según los resultados que hemos obtenido puede dar mayor rendimiento por hectárea que la caña de azúcar en un ciclo de un año”, agregó.
Según Varela, probaron que el sorgo dulce se puede cosechar hasta tres veces por año en climas tropicales, mientras que la caña de azúcar tiene una sola cosecha anual.
En Panamá solo se conoce el sorgo forrajero que se utiliza como alimento para los animales; el sorgo dulce, por su parte, puede medir hasta 4.5 metros y es el jugo de su tallo el que se emplea para producir bioetanol.
Para la investigación, Panamá se asoció con una empresa en Colombia que a su vez tiene un acuerdo con CORPOICA, que es el equivalente al Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (IDIAP) en el país y que tiene los derechos sobre la semilla.
Los investigadores probaron quince variedades de sorgo dulce para ver cuáles les daban mejores resultados, porque típicamente ha sido utilizado en clima frío, donde obtienen una cosecha al año. Esta investigación, además de Varela, estuvo a cargo de Jaime Bernal, Javier García e investigadores del IDIAP.
“Su mayor ventaja es que no compite con el alimento humano. En Estados Unidos se produce bioetanol a base de maíz, lo que ha elevado el precio de este producto de consumo humano, y en Brasil se ha producido bioetanol a base de la caña de azúcar, lo que ha aumentado el costo del azúcar”, enfatizó.
Varela advirtió que aún queda pendiente realizar estudios de factibilidad para llegar a la producción de alcohol con base en sorgo dulce y que para el desarrollo se puede emplear una asociación público-privada o privada totalmente.
Este es uno de los 37 proyectos de investigación y desarrollo presentados ayer por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Investigación (SENACYT).
El jefe de la SENACYT, Rubén Berrocal, dijo que cada vez se acercan a uno de sus objetivos principales que consiste en que Panamá cuente con una masa crítica de investigadores de alto nivel en ciencia y tecnología.
FUENTE: http://www.padigital.com.pa/
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