A pesar de ser la primera potencia agrícola de la Unión Europea (UE), Francia ha perdido una quinta parte de sus tierras productivas en los últimos 50 años, de acuerdo con un estudio publicado aquí.
La superficie agrícola útil se redujo de 36 millones de hectáreas en 1960 a 28 millones en 2010 debido a la presión de las urbanizaciones y el abandono de parcelas de baja productividad.
El ministerio francés de Agricultura señaló que entre 2006 y 2010 desaparecieron como promedio 82 mil hectáreas de suelos cultivables cada año.
Por el contrario, el crecimiento de las ciudades, la construcción de zonas industriales, grandes centros comerciales, carreteras y autopistas, requirieron cada vez más espacio y en medio siglo duplicaron su extensión.
Además del impacto negativo sobre el medio ambiente, la pérdida de los suelos cultivables significa una merma notable en la producción de alimentos, afirmó Carole Robert, de la cámara de Agricultura.
A pesar de este fenómeno, Francia es todavía un país de vocación básicamente agrícola, señaló el documento.
Del total del territorio nacional, el 52 por ciento está destinado a esta finalidad, el 39 por ciento son bosques, parques naturales y lugares protegidos y el nueve por ciento restante corresponde a suelos urbanizados.
No obstante, el Sindicato de Jóvenes Agricultores lanzó recientemente una campaña de sensibilización sobre la importancia de las tierras productivas, cuyo papel es estratégico debido al incremento mundial de la demanda de alimentos.
En el texto también se señala el riesgo de la compra masiva de suelos que realizan determinados gobiernos y grandes corporaciones transnacionales, las cuales acaparan enormes extensiones en países de África y Oceanía.
FUENTE: http://www.prensa-latina.cu/
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