COMO MEJORAR LA AGRICULTURA FORRAJERA
EN TIEMPOS DE CRISIS
INSERGAN;
C.A. & Ing. Luís E. Mancilla. MSc. PhD.
Cuando se habla de crisis en la
agricultura forrajera, significa que
existen algunos elementos que afectan el equilibrio en el sistema clima – suelo
– planta – animal – hombre. Cuando la crisis está relacionada al clima, significa
que hay una variación en la distribución de las precipitaciones, temperatura,
humedad relativa, viento, luz, radiación solar durante el año en cada región, y
repercute directamente en la agricultura y cualquier otra actividad que dependa
de estos factores. Tomando como referencia a la agricultura forrajera, estas
variaciones afectan el desarrollo de las especies: gramíneas, leguminosas
forrajeras, plantas arbustivas y leñosas perennes que son utilizadas para la
alimentación de animales herbívoros. Las fluctuaciones del clima afectan de
manera negativa a estas especies, creando épocas de déficit de oferta de
materia vegetal (lo que conoce como oferta forrajera) sobre todo en aquellas
regiones donde se tienen seis meses de sequía como es el caso de la región de
los llanos occidentales, en donde se encuentran los Estado Barinas, Portuguesa,
Cojedes y Apure. El déficit de oferta forrajera se hace más acentuado sí además
de la influencia del clima se le añade el manejo del pastoreo.
Otro elemento crítico son las
condiciones suelo – planta por la estrecha relación que existen entre estos dos
elementos, donde las condiciones más
específicamente las relacionadas a la fertilidad natural. En Venezuela existen 52
millones hectáreas con características de acidez e infertilidad, que conforman
el panorama de la agricultura en Venezuela. Debido a la baja fertilidad que estos
suelos presentan, los cultivos que han respondido mejor a esta condición son los
pastos y forrajes que constituyen la llamada Agricultura Forrajera.
La agricultura forrajera, se ha tenido
que desarrollar en estos suelos cuya característica resaltante es la limitación
de los niveles de macro minerales; Nitrógeno, fósforo, potasio, calcio,
magnesio, azufre, problemas críticos de micro minerales: cobalto, boro,
selenio, cobre, zinc y molibdeno. En muchos casos existen excesos de manganeso
y hierro. Este último micro elemento (hierro) por las frecuentes fluctuaciones en
el nivel freático se transforma de oxido ferroso a férrico que es lo que se
conoce como piedra de hierro o ripio.
Ante esta situación de los suelos, no queda otra alternativa que establecer especies
de gramíneas y leguminosas que se adapten
a condiciones de baja fertilidad natural tal es el caso de las gramíneas del genero de las Brachiarias (B. humidícola, B. dictyoneura,
B, decumbens, B. ruziziensis) pasto
sabanero (Andropogon gayanus), las
cuales se adaptan muy bien y son pocos exigentes a la fertilización. Con la
implementación de un plan estratégico de fertilización y el uso de maquinaria
agrícola, fácilmente se pueden corregir las condiciones de fertilidad y mejorar
la estructura del suelo. Con 300
kg de FOSFOPODER por hectárea, 150 kg de Urea/ha y 50 kg de Cloruro de potasio
por hectárea con una frecuencia de aplicaciones
de cada dos años y el uso del subsolador (preferiblemente) o con rastra de
disco en caso de no tener subsolador se pueden lograr resultados satisfactorios.
No
se debe olvidar que fertilizar las gramíneas forrajeras significa devolver al
suelo lo que extraen los animales durante el pastoreo, debido a que el
reciclaje por parte de las deyecciones sólidas (bosta) y líquidas (orina) es
mínimo. Peor que hace el productor pecuario, en la generalidad de los casos es:
no fertilizar porque lo considera costoso e innecesario la decir que la paja se
da sola. Esta concepción no les ha dado resultados, aun cuando no lo quieran
aceptar. Pues bien, muchas veces establecen el área de pastoreo con gramíneas
introducidas y cuando las ven con cierta población uniforme a los cuatro meses
le sueltan el ganado para pastoreo. Esto hace que el ganado durante el pastoreo
al encontrara el suelo suelto por la preparación para la siembra, se forma
hoyancales y una buena parte de las plantas son arrancadas durante la mordida.
Esto pasa porque la gramínea no ha terminado su desarrollo vegetativo y tampoco
a terminado de consolidar el desarrollo del sistema radical. A esto se le une
el suelo suelto por lo que se pierde gran parte de la población de gramíneas
recién establecidas. Por lo tanto, amigo productor, si va ha establecer una superficie
de gramínea forrajera debe programar el área para determinado rebaño y ubicar
donde se encuentra el bebedero sea natural o por tanquilla. Por ejemplo,
necesitamos establecer un área para un rebaño de 150 vacas, con 150 becerros
(as); por lo mínimo, debe preparar 150 hectáreas con
suficiente tiempo, para poder distribuir la semilla en la última fase del
período seco (finales del mes de abril). Además, debe conocer los diferentes
centros de distribución de semilla que garanticen la calidad en los parámetros
de 90% de pureza, 40% de germinación y 36% de valor cultural. Valores mínimo de
calidad para la
Brachiaria Humidícola. Para la Brachiaria decumbens y Brachiaria ruziziensis el valor cultural de be ser superior al 60%.
En casos que la superficie a sembrar sea la unidad fisiográfica banco suelos
ácidos se recurre a la mezcla de 3 kg/ha de Brachiaria
Humidícola mas dos kg de Brachiaria
decumbens o Brachiaria ruziziensis. Estas mezclan se recomiendan debido a
que la Brachiaria Humidícola se hace progresiva la germinación durante el período de lluvia y la maleza de
hoja ancha tiende a dominar las nuevas plantas por competencia de luz y
fertilidad del suelo. Mientras que la Brachiaria decumbens y la Brachiaria ruziziensis a los tres días empiezan a germinar evitando
en lo posible la proliferación de maleza. En caso, que la unidad fisiográfica
es banco bajo y no se permita utilizar la mezcla, solo la Brachiaria Humidícola; es conveniente utilizar un herbicida como el gesaprin a dos
kilogramos por hectáreas preemergente durante la siembra. En caso que no se
encuentre el herbicida debe incrementar hasta cinco kilogramos por hectárea de
la semilla de gramíneas a sembrar. La distribución de la semilla se debe
realizar con un trompo fertilizador. Colocando una lámina de zinc liso en la
base del trompo, haciendo un solo orificio en la lámina que coincida con el
orificio de salida del trompo cola de pato y luego se ajusta dejando cierta
flexibilidad para poder graduar la cantidad de semilla en distribuir por hectárea.
Para graduar se coloca un peso determinado de la semilla o mezcla de semillas,
en el trompo fertilizador, se verifica el ancho de cobertura, trabajando el
toma fuerza de 500-600 rpm. Si el ancho de cobertura es de seis metros, se
cortan dos varas de dos metros para cada mirero o banderero para guiar al
tractorista desde el centro de la trocha del tractor dando tres varas, de tal
manera que se distribuya la semilla por tres metros a cada lado de la trocha
del tractor. Una vez verificado el ancho de cobertura; se mide un largo de 1000 metros. En tal
sentido que el área de calibración seria el ancho de cobertura 6m por el largo
1000m. en este caso sería 6000m2 lo cual, si se va distribuir 5kg/ha
de mezcla/ha el volumen a calibrar seria 3kg en 6000m2. la apertura
del orificio para 5kg/ha de semilla es aproximado al diámetro de un lapicero.
En caso que falte semilla para cubrir el área se cierra un poco el orificio y
en caso que sobre semilla se abre un poco el orificio. Con este método se puede
distribuir semillas en suelos sin obstáculos hasta 50ha, por jornadas de ocho
horas. Es necesario; tapar la semilla para evitar ser devastados por los
pájaros, hormigas y bachacos. Para esto se requiere de un rodillo compactador
que debe ir siguiendo al trompo distribuidor. Para poder utilizar el área
recién establecida, es cuando las gramíneas sembradas hayan botado la semilla y
el sistema radical sea consolidado. Durante este tiempo se debe planificar la
división de pastoreos en la 150 hectáreas por lo menos 15 potreros de 10 ha que puedan llegar a un
área común: majada o rueda carreta que pueda tener un área de 3000m2,
para garantizar suficiente ancho de llegada a los 15 potreros, sin formar
embudos, que puedan formar peladeros a la puerta de llegada de la majada. Estas
subdivisiones deben realizarse con el uso y manejo de la cerca eléctrica que
sale muy económica el km. Con este subdivisión de las 150 hectáreas, le
estamos garantizando oferta forrajera para 50 vacas con 150 becerros (as) en 15
potreros de 410 ha
por potreros, dos días de ocupación 28 días de descanso, cada potrero tiene una
frecuencia de uso de 13 veces el año, se ocupa 26 días y descansa cada
potrero-año 339 días, con una carga animal en las 150 ha de 1,3 UA/ha-año y la
carga animal instantánea de 20 unidades animales por hectáreas-día.
De acuerdo con lo antes planteados se
observa una de las alternativas que hacen que la oferta forrajera se mantenga
en equilibrio en la época de lluvia y sequía, sin formar peladeros o sobre
pastoreo a la vez economiza el número de bebederos y comederos tendiendo un
paradero.
Amigo
productor, si usted quiere observar este manejo puede llamarnos a los teléfonos
señalados y lo podemos llevar a la finca donde se ha practicado este tipo de
manejo.