miércoles, 5 de julio de 2017

Vietnam con alta asistencia crediticia a agricultura de alta tecnología









Tal información se dio a conocer durante una conferencia efectuada ayer en Hanoi en torno a las soluciones encaminadas a elevar la eficiencia de las inversiones crediticias en la agricultura de tecnología avanzada.

De acuerdo con los participantes, es necesario fomentar la cooperación de los ministerios y órganos involucrados en la evaluación, el pronóstico y la advertencia sobre las demandas del mercado, que sirve como base para la orientación del desarrollo agrícola, junto con el impulso de la promoción comercial y el apoyo a las empresas en la búsqueda de contrapartes.

domingo, 2 de julio de 2017

¿Cómo comeremos en 2050?

Un grupo de expertos plantea un futuro en el que no se transportarán los alimentos sino los datos, habrá filetes pero no de animales y todos seremos agricultores.


Las últimas revoluciones en la biología y la información han moldeado un nuevo mundo en el que el progreso, al menos en el mundo más desarrollado, continuará en otra dirección. Nadie es la persona media y el objetivo ahora es la medicina personalizada, la dieta personalizada y, en general, la salud y el bienestar personalizados. Además, se quiere paliar un efecto secundario lamentable de los grandes progresos del siglo pasado. La humanidad multiplicó sus posibilidades en pocas décadas con un estilo de vida que puede hacer el mundo inhabitable.
Uno de los elementos fundamentales de ese futuro individualizado será la alimentación. El pasado lunes, en elBasque Culinary Center (BCC) de San Sebastián, se reunieron varios expertos de todo el mundo en distintos aspectos sobre el futuro de la comida para pensar en cómo comeremos en 2050. La conferencia era el primer encuentro de Project Gastronomía, una iniciativa que busca construir un mejor futuro para la gastronomía y el sistema alimentario cruzando conocimientos de las tecnologías de la información, la agricultura, la biotecnología o la alta cocina.
Junto a los aspectos medioambientales y de salud de su gastronomía, Atxa destacó también los valores sociales de su trabajo. “Estamos colaborando con el hospital de Galdakao para aprender a alimentarnos mejor y luego transmitírselo a otros”, continuó. “Y también queremos transformar la hostelería permitiendo una conciliación de la vida profesional, de la posibilidad de desarrollar nuestra pasión, con una vida personal. Por eso solo trabajamos por las mañanas, menos los viernes y los sábados”, concluyó.
El incremento del prestigio de cocineros como Atxa y de la cocina en general es un ejemplo de los cambios que han sucedido en torno a la alimentación durante las últimas décadas. Algunos de los presentes en San Sebastián comentaron que las próximas estrellas del rock, los que seguirán el camino ascendente de los chefs, serán los agricultores. Las investigadoras de la iniciativa del Open Agriculture del MIT Media Lab, Hildreth England y Arielle Johnson, presentaron sus ideas para hacer que los sistemas alimentarios del futuro sean más atractivos y la agricultura sea una actividad más seductora.
“Creemos que la agricultura del futuro va a ser más abierta, más horizontal y más emocionalmente resonante para más gente”, afirmaba Johnson. Frente a los grandes productores que después envían sus productos a grandes distancias, imaginan un futuro en el que solo viaje la información y cada uno pueda producir al menos parte de sus hortalizas o verduras en su casa o de una manera más local. Con este objetivo están creando lo que llaman “ordenadores de comida” una especie de invernaderos robóticos en el que se pueden introducir todo tipo de parámetros para cultivar alimentos con precisión. Además de poder compartir datos con otros, que permitirían disfrutar de los tomates del vecino y pasarle la información para que disfrute de nuestras acelgas, este sistema es una forma de implicar a la población en la agricultura y en el conocimiento sobre lo que comemos y cómo los producimos. “Se pueden introducir los parámetros climáticos de dentro de 50 años para probar de una forma tangible los efectos que tendría el calentamiento sobre nuestros cultivos”, planteaba England.
Brereton puso un ejemplo de lo que quiere cambiar con su trabajo. En un proyecto europeo de investigación se visitaron restaurantes en los que se pidió un tipo concreto de pescado. Después, se tomaba una muestra y se enviaba a analizar para identificar la especie servida. En Europa, en el 31% de los casos, el animal puesto en el plato no coincidía con el que se ofrecía en la carta. En España, un país en el que se consume de media una mayor diversidad de peces que en Europa, la cifra alcanzaba el 50%. Brereton espera que para 2050 la coherencia entre lo que se supone que se consume y lo que se consume sea completa y se considere un derecho fundamental como lo es ahora la seguridad.
Un ejemplo de las herramientas con las que se podrá lograr este objetivo lo presentó en San Sebastián Isabel Hoffmann, fundadora y directora deTellspec. Se trata de un aparato que permite detectar determinados contaminantes en la alimentación solo poniéndolo delante del producto. La tecnología empleada es un espectrómetro que con luces de distinta frecuencia permite averiguar qué tipo de moléculas hay en un envase. Así, por ejemplo, asegura que pudo ver que dentro de unos bombones Godiva enviados a una tienda de todo a un dólar había melamina, un compuesto cancerígeno.
Desde el punto de vista de las soluciones tecnológicas, Frans Kampers, experto en nanotecnología de la Universidad de Wagenigen (Países Bajos), presentó algunos de los proyectos en los que están trabajando desde su institución para transformar el entorno alimentario de 2050. Uno de los problemas ecológicos creados por los progresos sociales de las últimas décadas está marcado por el consumo de carne. Para producir un kilo de carne de vaca son necesarios cerca de 10 kilos de alimento y el crecimiento de la clase media en países como China o la India, que cada vez consumen más proteína animal, está agravando el problema.
Además de consumir más insectos o peces, que producen casi un kilogramo de carne por cada kilo de comida, los humanos de 2050 podrían consumir filetes de ternera creados a partir de soja. Kampers explicó cómo han logrado recrear la estructura de la carne hasta en sus nanoestructuras para recrear la experiencia de comer carne sin los efectos nocivos para el medioambiente.
El investigador holandés mostró también cómo se puede mejorar la agricultura. La integración de todo tipo de sistemas de recogida de datos, desde los que provienen de satélites a los que podrían recoger drones o sensores en los cultivos ayudaría a crear una agricultura de precisión en la que los pesticidas, los fertilizantes o el agua se irían adaptando a los cambios del entorno. Además, en las ciudades se podrían instalar invernaderos ultraeficientes que filtrasen la parte de la luz del sol que más ayude al crecimiento de las plantas y aproveche el resto para generar electricidad.
Desde un punto de vista más conceptual,Matthew Lange, de la Universidad de California en Davis, presentó su idea para crear un Internet de la comida. Estandarizando la manera en que se describen los atributos de la comida, desde la forma de producirla hasta la forma de consumirla o de qué efectos puede tener para la salud para cada persona particular, plantea la posibilidad de digitalizar la comida. Reuniendo toda esa información, se podrán utilizar tecnologías de gestión de datos para que los consumidores puedan decidir qué comida es más adecuada para ellos desde el punto de vista de la salud, cuál es su procedencia o incluso cuáles son las condiciones de los productores para conocer las implicaciones éticas de consumir un alimento.
Fuente: elpais.com

Coopera México con Irlanda para reforzar comercio agroalimentario



Autoridades de agricultura deMéxico e Irlanda se reunieron con el objetivo de impulsar lacooperación científica y técnica, así como desarrollar temas sanitarios e intercambio agroalimentario, además de proyectos de inversión en infraestructura agrícola y ganadera.

En el marco de la modernización del Tratado de Libre ComercioMéxico-Unión Europea (TLCUEM), el secretario de Agricultura deMéxico, José Calzada Rovirosa, y su similar de Irlanda, Michel Creed, sostuvieron una reunión en la que coincidieron en la oportunidad que representa fortalecer los lazos de vinculación comercial entre los dos países, en especial en el desarrollo de la agricultura protegida, ganadería sustentable y procesamiento de lácteos.

En el encuentro, efectuado en las oficinas de la Secretaría de Agricultura federal en esta capital, se acordó una visita técnica de funcionarios de Irlanda a las instalaciones del Centro Nacional de Servicios de Diagnóstico en Salud Animal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), en Tecámac, estado de México.

Asimismo, la participación de productores y agroempresarios de ese país en la feria AgroalimentariaMéxico 2017, informó la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en un comunicado.

El secretario José Calzada Rovirosa señaló que México está en un proceso de ampliar los mercados internacionales en el rubro agropecuario y pesquero, en una posición de reconocimiento a la calidad de los productos nacionales, que generó un superávit en la balanza comercial agroalimentaria con el mundo de tres mil millones de dólares en 2016.

De acuerdo con el funcionario mexicano, la reunión coadyuvará a fortalecer la cooperación y elcomercio entre ambos países, a través de la promoción de productos mexicanos como granos, hortalizas, aguacate, berries, frutas tropicales, cerveza y tequila.

Para el ministro Michael Creed, existen las condiciones y protocolos entre los dos países para incrementar el comercioagroalimentario, mediante la actualización del TLCUEM, con el propósito de abrir el mercado a productos como lácteos (quesos) chocolates, conservas y cárnicos de bovino.

El año pasado, México exportó aIrlanda aceite esencial de lima, naranja y limón, cerveza, levaduras, berries (zarzamora, frambuesa, mora azul), salsas, tequila y plátano, entre otros.

En el encuentro se informó queMéxico tiene interés en ampliar sus exportaciones a la Unión Europea, con la actualización del acuerdo comercial, sobre todo de cárnicos, azúcar, jarabe de agave, atún enlatado y jugo de naranja concentrado.

sábado, 1 de julio de 2017

El manejo de los datos define el perfil de la nueva agricultura








La abundancia de datos y su adecuado uso es el desafío de la agricultura actual. Y ese fue uno de los grandes ejes de la primera edición de "Experiencia en Cosecha", la jornada de entrenamiento a campo organizada por la empresa Claas Argentina en su campo de Oncativo (Córdoba) el viernes pasado. El encuentro, que replica el modelo implementado en sus jornadas Experiencia Forrajera _la próxima se realizará el 30 de junio en Sunchales_ reunió a más de 300 productores, técnicos y contratistas.
La compañía Claas es sinónimo de tecnología de avanzada a nivel global y así fue puesto de manifiesto en el campo donde se desarrolló "Experiencia en Cosecha". Sobre un lote de maíz de la firma KWS, dos cosechadores tope de gama _la Lexion 780 equipada con sistema de rodamiento Terra Trac y el cabezal MDD 100 de Mainero y la Tucano 570 equipada con un cabezal maicero de Allochis_ hicieron su trabajo ante un público que atentamente siguió en pantallas gigantes los datos provistos por la telemetría.
Señal de ajuste. Pero ¿qué es la telemetría? José Suñe, especialista en agricultura de precisión de Claas Argentina, explicó que estas cosechadoras traen incorporada esta tecnología de fábrica y se trata del sistema a partir del cual la máquina recoge más de 200 parámetros con un intervalo de 15 segundos y los transmite en forma remota a un servidor para que sean consultados desde una pc o tableta.
Estos datos refieren a la regulación de la máquina, consumos de combustible y tiempos operativos, que sumados al mapa de rendimiento permiten tomar decisiones de manejo agronómico en la campaña siguiente y ajustar tiempos y costos operativos.
A su vez, todas las máquinas cuentan con un piloto GPS que permite ahorrar costos, mejorar la eficiencia, disminuir el estrés del operario y la compactación del suelo. "El piloto puede ser utilizado con una señal gratuita o una paga", explicó el técnico. Dijo además que "en el primer caso se obtiene una precisión de 15 a 30 centímetros y en el otro, de 5 a 10 centímetros".
Pero lo más relevante es el impacto económico que tiene evitar dobles pasadas por el mismo sector del lote. "Utilizando piloto automático con una precisión de entre 5 y 10 cm se calculan 53 pasadas, un 5,66 por ciento más de eficiencia. En una campaña de 2.000 hectáreas esto equivaldría a 113,2 hectáreas que se dejan de cobrar", puntualizó Suñe.
Y agregó que a 1.200/1.500 pesos la hectárea cosechada equivale a unos 135.840 pesos. En tanto "se afronta un gasto extra de combustible de 22.640 pesos por la misma superficie".
cabezal que todo lo puede. Marcos Formica, de la empresa Mainero, explicó el trabajo que el cabezal MDD 100 realizó en "Experiencia en Cosecha". Este desarrollo, que ya va por su cuarta campaña de vida comercial, sigue siendo el único en el mundo que puede cosechar a cualquier distancia y dirección. "Hay entre 700 y 800 trabajando en el país y unos cuantos más en distintos mercados. Nos enorgullece todo lo que podemos lograr con un cabezal tan simple y de tan poca sofisticación mecánica", dijo.
Un híbrido por ambiente. El uso de la información también fue eje de la disertación de Joaquín Ferreyra, de KWS. El técnico destacó que, cuando se va a comprar un maíz, es clave consultar cómo es el ambiente en el que se va a sembrar, en qué fecha, con qué densidad y sobre qué suelo.
De ese modo, en base a una serie de ensayos que la compañía viene realizando en distintas regiones del país con todo su portfolio de híbridos podrá aconsejar el material más adecuado a las necesidades de cada productor. "El objetivo es tener un manejo más preciso del producto y tenemos datos para lograrlo", dijo Ferreyra.
control de malezas. Diego Ustarroz, de Inta Manfredi, abordó el problema de malezas en la región centro de Córdoba. "Estamos viendo barbechos muy largos entre la cosecha de la soja a mediados de abril y la siembra tardía de un maíz en diciembre y esto nos obliga a hacer demasiadas aplicaciones de herbicidas", dijo con preocupación.
"Si bien podemos rotar los modos de acción de los herbicidas, se trata de una estrategia poco sustentable y que ocasiona un excesivo uso de herbicidas y riesgo de nuevas resistencias", expresó.
A la hora de las recomendaciones, el técnico sugirió incluir un cultivo de trigo como puente entre dos de verano o bien realizar cultivos de cobertura. En el caso de estos últimos se interrumpen antes de que lleguen a fin de ciclo lo que genera una buena cobertura y excelente supresión de las malezas. El desafío en este caso es medir el agua disponible en el suelo.
Otra estrategia para reducir el período de barbecho es adelantar la fecha de siembra de maíz, de mediados de septiembre a mediados de octubre. "Esto es posible en la zona y tenemos excelentes herramientas de control en maíces tempranos", concluyó.
nutrientes. Nicolás Sosa, de Inta Manfredi, aportó un tema que cierra el círculo productivo: el uso de efluentes de la producción porcina para la fertilización de maíz.
"El efluente porcino contiene una gran cantidad de nutrientes que un cultivo puede utilizar", dijo. "En cerdos de terminación, aproximadamente el 39 por ciento del nitrógeno ingerido a través de la ración luego es recolectado a través de heces y orina y puede ser volcado nuevamente al sistema", puntualizó.
Pero la clave es garantizar aplicaciones de dosis agronómicas y no sobre dosificar. Para esto es necesario realizar un análisis del efluente y de los requerimientos del suelo para poder determinar la dosis.
"No es lo mismo un efluente de un purin de terminación que si hablamos de lechones cerca de ir a faena que son mucho más ricos en nitrógeno y fósforo, que los efluentes provenientes de un ciclo cerrado donde se mezclan los de todas las categorías del establecimiento", describió Sosa y ejemplificó: "si queremos fertilizar un maíz de 80 qq/ha hay que aplicar unos 30/35 m3 de purín o de un efluente de estrato de terminación. En cambio, si hablamos de un ciclo de maternidad hay que duplicar la dosis debido a que el contenido nutricional es de casi la mitad".
El clima que viene. Por su parte, Carlos Di Bella, de Inta Castelar, sostuvo durante la jornada que en Córdoba se esperan lluvias similares a la media hasta octubre. "Se estiman unos 350/400 mm que dependerá de si caen todos juntos o no cuál es el impacto sobre suelos que en muchos casos ya vienen saturados".
"Si tenemos cultivos de cobertura que puedan absorber esta agua o si estamos en barbecho hará la diferencia", dijo. "Según los pronósticos, hay un 75 por ciento de probabilidades de que tengamos situaciones iguales o con mayor cantidad de lluvias que lo normal para esta región. Algo similar se prevé en lo que hace a temperatura", puntualizó.
En tanto Nicolás Udaquiola, de Globaltecnos, hizo hincapié en que el negocio agrícola es de márgenes y no de precios, y las decisiones se tienen que tomar en función de cada negocio.
"Venimos de tres campañas récord consecutivas a nivel mundial y si la demanda amaga a disminuir, impactaría de lleno en los precios. En los próximos tres meses se define la cosecha de Estados Unidos, hay volatilidad de precios y un ambiente macroeconómico y político mundial con turbulencias", enumeró el especialista y aclaró que los momentos del mercado no son los mismos que los productivos.
"Guardar grano no siempre es la mejor opción y si se guarda es importante fijar precios", apuntó para recordar que existen herramientas para fijar sin comprometer mercadería.
La economía que nos espera
Finalmente el economista José Luis Espert les habló a los productores presentes en la jornada y consideró que este año la economía crecerá alrededor del 3 por ciento, "no muy lejos de lo que el gobierno tiene en el presupuesto", expresó.
"La inflación estará entre el 21 y el 23 por ciento, arriba de las metas del Banco Central, pero hay que tener en cuenta que la inflación del año 2016 fue de más de 40 por ciento", agregó.
"El año que viene la economía puede volver a repetir números positivos pero cuidado que puede haber algún cisne negro de parte del mundo. La situación en Europa no está del todo clara", disparó Espert.
Sobre las próximas elecciones, el economista opinó que Mauricio Macri tiene alguna chance de ganar. Y en materia de rentabilidad del sector agropecuario advirtió que continuará el atraso cambiario. "Si el gobierno no cambia sustancialmente su política podemos esperar una devaluación adicional de alrededor del 11 o el 12 por ciento, muy similar a la de este año", apuntó el economista y agregó que ve una Argentina retomando el sendero del crecimiento en 2017/18, con un nivel de inflación similar al actual y perspectivas poco sostenibles debido a la permanencia de un dólar barato, una creciente deuda pública y un alto déficit fiscal.

jueves, 4 de mayo de 2017

Cajas inteligentes que alargan vida de la fruta



La empresa Saeco y la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) han desarrollado una caja de cartón con propiedades antimicrobianas que permite alargar un 30 % la vida útil de la frutas y hortalizas.

Se trata de una caja fabricada con un tipo de “cartón activo” que ha sido desarrollado por la empresa en colaboración con investigadores de la Politécnica y patentado a nivel nacional e internacional.
Este envase “inteligente”, ha indicado el profesor responsable de la investigación, Antonio López, tiene propiedades antimicrobianas que controlan el desarrollo de microorganismos como hongos y bacterias, que provocan que las frutas y hortalizas, después de un tiempo, no sean aptas para el consumo.
Además, impide la proliferación de microorganismos patógenos que pueden estar presentes en productos agroalimentarios, a la vez que tiene un efecto antioxidante que evita que se produzcan cambios de color y oscurecimientos en las frutas y hortalizas.
El envase es inteligente, ha indicado el investigador, porque solo activa esos agentes antimicrobianos e inhibidores de procesos oxidativos cuando la caja está cargada de producto fresco, durante el transporte y almacenamiento del producto en cámara.

Cajas con cero residuos

Además, para su fabricación se han empleado productos naturales y de residuo cero, que facilita su reciclado.
Gracias a esa tecnología es posible resolver, al menos en parte, el importante problema de pérdida de producto que se produce cuando se envasan y transportan las frutas y hortalizas frescas en cajas convencionales, y permitirá exportar productos en buenas condiciones a mercados más lejanos, ha explicado el director comercial de Saeco, Juan de Vicente Sandoval.
Esta empresa fabricante de cartón ondulado colabora desde hace una década con el grupo de investigación en Ingeniería del Frío y la Seguridad Alimentaria de la UPCT, y han participado de manera conjunta en varios proyectos de investigación europeos.
Fuente: www.efeagro.com


miércoles, 3 de mayo de 2017

Swale, el primer huerto flotante del mundo

Mary Mattingly ha ideado un proyecto basado en la construcción de una gran embarcación que tendrá un huerto y flotará por tres puertos de Nueva York.


La estructura contará con una extensión de 465 metros cuadradosque se desplazará flotando por tres puertos de la ciudad.


Swale funcionará mediante energía solar, contará con un jardín perenne, un huerto hidropónico y permitirá laplantación de manzanos en una pequeña colina que facilitará el crecimiento de las raíces de los árboles.
Este proyecto estará abierto a todo el público. Sin embargo, contará con un aforo de 75 personas que estarán bajo supervisión de los encargados del cuidado el primer huerto flotante del mundo.
Además, se realizarán talleres y actividades para todos aquellos que quieran aprender y conocer las labores agricultoras.

El objetivo principal que persigue Mattingly es conseguir la implicación del mayor número de ciudadanos en este proyecto público. Por eso,aceptarán a todo aquel que se ofrezca voluntario a trabajar y explotar la tierra de forma sostenible.

viernes, 17 de marzo de 2017

Agricultura inteligente eleva 10% la productividad

La aplicación de una serie de herramientas informáticas que recaban datos sobre el proceso de la producción agrícola es lo que se conoce como la Agricultura Inteligente, que logra aumentar hasta el 10% de la producción.

Nils Kaiser, asesor técnico del Grupo Favero, presentó el caso de la empresa que representa en una charla en la Festech Asunción, un encuentro donde se expusieron las novedades acerca del mundo de la tecnología.
La Agricultura 4.0 es muy popular en Estados Unidos, un país que es potencia en producción de granos. Por el contrario, esta tecnología no es muy utilizada en nuestro país, comentó Kaiser. Teniendo en cuenta los resultados que obtuvieron los estadounidenses, hace cuatro años, decidieron aplicar un sistema parecido como proyecto piloto en el grupo, en 11.000 hectáreas de sus asociados, donde se planta soja, maíz y canola, en diferentes momentos del año.
“Se trata básicamente de informatizar todos los procesos productivos, desde la semilla, hasta la cosecha. Con los datos que se obtienen, se pueden hacer comparaciones, correlaciones, estadísticas durante el proceso, lo que permite buscar mayor productividad y reducir los costos”, explicó.
Con aparatos en el campo y la información que proveen los propios productores, se puede verificar a tiempo real la nutrición del suelo, la nutrición vegetal, la fertilización, si existe alguna plaga que está afectando los cultivos, y otras situaciones. Gracias a que se cuenta con información sistematizada casi al instante, se puede intervenir a tiempo.
“Fue complicada la aplicación”, reconoció Kaiser. Si bien los técnicos se encargan de la parte de carga de datos, el uso de estas herramientas en el proceso productivo significó un cambio de paradigma para los productores, dijo el profesional. No obstante, “los productores que están a la vanguardia son los que están implementando este tipo de tecnología”, agregó.
“Hoy en nuestro país conviven lado a lado la agricultura 2.0, con escasa mecanización y utilización de tecnología y principios agronómicos; la agricultura 3.0 de la revolución verde con su paquete tecnológico; y la agricultura 4.0 de la era de la información, más precisa, eficiente y criteriosa”, concluyó.

jueves, 16 de marzo de 2017

Desarrollan tecnología que reducirá uso de fertilizantes y herbicidas en la agricultura



En el golfo de México, en la desembocadura del río Misisipi, existe un área de alrededor de 15 mil kilómetros cuadrados, donde los niveles de oxígeno son tan bajos que la vida marina no puede sobrevivir. Esta zona, denominada zona muerta, es 10 veces más grande que la Ciudad de México y es provocada por la presencia excesiva de nutrientes en el agua, nutrientes provenientes del uso de fertilizantes en la agricultura.

Sesenta por ciento de los fertilizantes empleados en la industria agrícola se desperdicia, al no poder ser absorbido por las plantas logra llegar a los ríos, que al desembocar en el mar crean las zonas muertas. Este es uno de los ejemplos que ilustran el gran desafío del siglo XXI para la humanidad: producir mayor cantidad de alimentos con menos agroquímicos y con técnicas amigables con el ambiente.

Justamente ese es el reto al que el investigador y director del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio), Luis Herrera Estrella, se ha enfrentado durante más de dos décadas. Su trabajo lo ha llevado a desarrollar una solución biotecnológica que permitirá sustituir uno de los agroquímicos más dañinos para el ambiente:

Los fertilizantes a base de fosfatos.

El investigador logró incorporar en varias especies vegetales, como el maíz y la soya, el gen de una bacteria que le permite a las plantas producir una enzima para utilizar como nutriente el fosfito (PO33-) en vez del fosfato (PO43-), comúnmente empleado en los fertilizantes y cuyas características lo convierten en un contaminante.

Este desarrollo podría reducir hasta 50 por ciento el uso de fertilizantes en la agricultura y disminuir el uso de herbicidas, además de ayudar a la biodiversidad de los cultivos y de evitar la erosión del suelo.

Problemas de los fertilizantes de fosfato

El fósforo es un elemento químico esencial para la vida en la Tierra. En la forma de fosfato es un componente primordial de los ácidos nucleicos, que guardan la información genética, forma parte de las membranas celulares y está involucrado en el transporte y almacenamiento de energía. Por ello, las plantas necesitan forzosamente de la absorción de fosfato del suelo para su desarrollo.

El problema es que el fosfato, por su naturaleza química, forma complejos insolubles con otros componentes del suelo, esto impide que las plantas puedan utilizarlo. De allí que solo de 20 a 30 por ciento del fosfato pueda ser aprovechado, desperdiciándose más de 60 por ciento del fertilizante empleado por el agricultor, explica Luis Herrera Estrella.

Eventualmente, con la lluvia y el riego, el fosfato que permaneció en el suelo escurrirá a los ríos y llegará al mar, provocando un crecimiento excesivo de algas y fitoplancton que liberan toxinas al agua, tapan el paso de la luz solar y provocan un déficit de oxígeno, creando un ambiente en el que no pueden sobrevivir los animales marinos. Estas son las llamadas zonas muertas.

Estas zonas se encuentran en Estados Unidos, Europa, China y México, siendo la más grande la del delta del río Misisipi, cuyo tamaño rebasa 10 veces el derrame petrolero de 2016, comenta Luis Herrera Estrella, y agrega que es un problema del que no se habla mucho, pues varios países, incluyendo México, dependen del maíz y la soya de Estados Unidos para su alimentación.

La solución dentro de una bacteria

El equipo de investigación del Langebio, dirigido por Luis Herrera Estrella, decidió enfrentar el problema del fosfato y pensaron que si el fosforo no se fijara tan rápidamente al suelo, las plantas podrían utilizarlo y se evitaría el desperdicio y la contaminación de las aguas. Afortunadamente existe un compuesto de fósforo que no forma complejos insolubles con el suelo: el fosfito.

La solución no era tan simple como sustituir el fosfato por el fosfito en los fertilizantes, pues el fosfito no puede ser utilizado por las plantas, ya que estas no poseen la capacidad para transformar el fosfito en fosfato, que es el compuesto que requieren para vivir.

“Lo que el equipo hizo fue pensar: bueno, las bacterias sin increíbles y pueden hacer de todo, seguro alguna bacteria en algún lugar en el mundo podrá transformar el fosfito en fosfato para desarrollarse”, narra Luis Herrera Estrella.

Los investigadores llegaron a esta conclusión al reflexionar que hace más de tres millones de años, cuando los organismos vivos no habían desarrollado la fotosíntesis y no había oxígeno en la Tierra, el fósforo se encontraba en su forma menos oxidada, como fosfito, y a pesar de ello la vida ya existía y utilizaban fosfato para su ADN y para otras funciones. Por lo tanto, debían tener la capacidad de transformar un compuesto en otro.

Esta capacidad de transformar el fosfito en fosfato debía estar escrita en el genoma de las bacterias, y los investigadores pensaron que en algún lugar podía existir una especie de bacteria que todavía conservara ese gen. Y, efectivamente, la encontraron.

Una solución para el ambiente

Una vez que encontraron una bacteria con el gen para producir una enzima capaz de transformar el fosfito en fosfato, había que descubrir si las plantas serían capaces de hacer lo mismo. Entonces, el equipo de Luis Herrera Estrella introdujo el gen de la bacteria en una planta modelo, la Arabidopsis thaliana, y hallaron que era posible, la planta utilizaba fosfito para nutrirse. Resultados que publicaron en la revistaNature.

“Ese fue un momento increíble, porque nos permitió pensar en todas las ventajas de dejar a un lado el uso de fertilizantes de fosfato. La primera es una ventaja de costos, pues al no fijarse en el suelo, podría reducirse hasta en 50 por ciento la cantidad de fertilizante a utilizar. Pero la más importante es la del impacto ecológico que este desarrollo tendría al disminuir drásticamente la cantidad de fósforo vertida a los mares y ríos“, considera el director del Langebio.

Fertilizantes y herbicidas: dos pájaros de un tiro

Una vez que Luis Herrera Estrella comenzó a probar esta modificación en otro tipo de plantas, como el maíz, la soya y el arroz, se dio cuenta de que esta modificación genética había vuelto a las plantas más competitivas, es decir, como podían utilizar el fosfito como nutriente crecían mucho más rápido que las plantas que solo utilizaban fosfato, compuesto que ya no estaba siendo añadido como fertilizante. Los científicos habían descubierto una técnica que evitaría el uso irracional de herbicidas.

Esto además ayudaría enormemente a evitar la erosión del suelo y a la biodiversidad de los cultivos, pues las demás hierbas seguirían creciendo alrededor del cultivo de interés. Pero al ser mucho más pequeñas que el cultivo y al ya no competir por nutrientes, ya no sería necesario matarlas, permitiendo que estas plantas conservaran el suelo.
El fósforo, un recurso no renovable

Otra razón apremiante para disminuir el uso de fertilizantes de fósforo en la agricultura es que este elemento es limitado en el planeta, y se calcula que las reservas de fósforo se agotarán en 150 años, lo que generará una verdadera crisis en la agricultura y el modo de alimentación mundial, explica Luis Herrera Estrella.

Y señala que este nuevo desarrollo permitirá alargar la vida de las reservas de fósforo al doble, tiempo que podrá usarse para desarrollar métodos de reciclaje del fósforo. Desarrollar formas de recuperar de los ríos y reutilizar este elemento es imprescindible, pues una vez que llega al mar se va al fondo o se diluye tanto que es casi imposible recuperarlo.
Del laboratorio al campo

Las pruebas de laboratorio con plantas modificadas de maíz, soya y arroz ya se han realizado. Pero ahora el equipo de investigación necesita saber si en condiciones reales, en el campo, las plantas efectivamente pueden utilizar el fosfito y se logra reducir la cantidad de fertilizantes y herbicidas utilizados en el cultivo.

Estas pruebas se harán en su mayoría en Brasil, país que lleva años permitiendo el cultivo de transgénicos y que permitirá seguir perfeccionando esta tecnología con el objetivo de generar una agricultura más sostenible, concluye Luis Herrera Estrella.
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