
Una investigación de la Universidad de Alicante analiza las posibilidades de uso de la mosca de las flores para el control biológico del pulgón que ataca los cultivos de pimientos y permitir un mayor rendimiento en las plantaciones
REDACCIÓN
Los cultivadores de pimientos en invernadero han encontrando dos aliados decisivos en su lucha contra una plaga: la Universidad de Alicante y la mosca de las flores. Una investigación dirigida por María Ángeles Marcos, catedrática de Zoología de la Universidad de Alicante, ha abierto el camino para la utilización a escala comercial de una especie de este díptero para el control biológico del pulgón que ataca los cultivos de esta hortaliza.
Las plantas de pimientos son vulnerables a tipo determinado de pulgones. Dadas las crecientes restricciones legales al uso de plaguicidas químicos por sus peligros ecológicos, los horticultores recurrían a veces a un insecto comercializado desde Holanda cuya larva actuaba como un depredador de estos aninales; sin embargo, era una especie centroeuropea que demostró dar un resultado insatisfactorio en el medio ambiente mediterráneo.
Sin embargo, hace algunos años un cultivador explicó a María Ángeles Marcos, miembro del Instituto de la Biodiversidad de la UA (CIBIO), que había observado cómo un insecto autóctono atacaba a los causantes de esa plaga. Esta pista condujo a una especie de sírfido, un tipo de díptero conocido comúnmente como "mosca de las flores", ya que se alimenta de polen y néctar. Estas moscas son insectos inofensivos, habituales en el medio natural, con formas y colores que imitan a abejas y avispas. Sus larvas se alimentan vorazmente de los pulgones que parasitan la planta del pimiento, y la protegen sin causar ningún perjuicio medioambiental.
Los estudios dirigidos por esta científica se dirigieron en primer lugar a examinar en condiciones de laboratorio la biología de este díptero y su potencial como controlador de la plaga. Sus observaciones permitieron constatar que la larva de esta mosca, nacida de los huevos que el individuo adulto pone en el foco de los pulgones y que sólo come estos insectos, puede ingerir hasta un millar de estos diminutos animales durante su ciclo, que dura aproximadamente una semana. Proliferan abundantemente entre marzo y julio, aunque a veces se localizan ejemplares el resto del año. Aunque los estudios se dirigieron inicialmente sobre tres especies de este sírfido, al final se escogió una como la más eficaz con respecto al fin perseguido.
Fruto de estas investigaciones fue un folleto divulgativo que ha sido distribuido entre los cultivadores de pimientos con instrucciones para el control biológico del pulgón. Esta guía está editada por el CIBIO y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través de una unidad especializada en estudios sobre el biocontrol de plagas, y de la que esta investigadora es responsable. En esta publicación se recomienda sembrar en los invernaderos flores de cilantro, y aliso marítimo entre las plantas de pimiento, ya que atraen a los sírfidos al constituir su fuente de alimento. Tambien recomienda introducir otras plantas con variedades de pulgón que no ataquen al pimiento pero sí atraigan a las moscas de las flores. Además, conviene faciliar la entrada de estos insectos a los invernaderos.
FUENTE: http://www.diarioinformacion.com
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