domingo, 6 de febrero de 2011

Perspectiva agroclimática para el área agrícola venezolana son positivas



*** Según un estudio del ingeniero Agrónomo Eduardo M. Sierra, Especialista en Agroclimatología de la Facultad de Agronomía Universidad de Buenos Aires, asegura que los indicadores disponibles indican la continuación de un prolongado lapso con precipitaciones abundantes, que favorecerá las actividades productivas en el agro venezolano.

Édgar Alexánder Morales

Las abundantes precipitaciones observadas durante el invierno 2010 fueron de capital importancia para lograr que la producción agrícola venezolana se recuperara del impacto causado por la sequía registrada durante la campaña agrícola precedente.

Según un estudio del ingeniero Agrónomo Eduardo M. Sierra, Especialista en Agroclimatología de la Facultad de Agronomía Universidad de Buenos Aires, asegura que los indicadores disponibles indican la continuación de un prolongado lapso con precipitaciones abundantes, que favorecerá las actividades productivas en el agro venezolano.

El estudio revela que el invierno 2009 fue afectado por un episodio de “El Niño”, que debilitó los vientos alisios, causando una marcada reducción de las precipitaciones, rompió el balance hídrico de los cultivos y pastizales, produciendo un fuerte impacto productivo. Además de afectar a la producción agrícola, este proceso determinó que el verano 2009/2010 comenzó con las reservas hídricas de los suelos completamente agotadas y continuara sufriendo temperaturas muy superiores a lo normal, lo cual, unido a la falta de lluvias que es propia de esa estación, que intensificó el estrés térmico e hídrico, acrecentando los daños.

Afortunadamente, a partir de abril de 2010, el comienzo de un episodio de “La Niña”, fortificó los vientos alisios, trayendo lluvias superiores a lo normal en la mayor parte del área agrícola venezolana, las que repusieron las reservas de humedad de los suelos.

Sólo los Estados del oeste (Táchira, Mérida, Barinas y Apure), recibieron valores algo inferiores a lo normal. No obstante, esto es común en los episodios de “La Niña” y, por tratarse de zonas que, usualmente observan fuertes excesos hídricos, dicho fenómeno, en lugar de resultar perjudicial, fue beneficioso.

Un proceso similar se registró en el extremo sur del país (Centro y sur de Amazonas y sur de Bolívar), pero por tratarse de áreas que normalmente experimentan fuertes excesos hídricos, a la vez que contribuyen en forma marginal a la producción agraria, este comportamiento del clima no tuvo consecuencias negativas. Adicionalmente, el aumento de la nubosidad moderó las temperaturas, configurando un ambiente favorable, gracias a lo cual, la producción agrícola pudo recuperarse satisfactoriamente

2011
La mayoría de los centros de pronóstico climático estiman que el episodio de “La Niña” que se encuentra en desarrollo, continuará fortificándose durante los próximos meses.

Por esta causa, los vientos alisios, en lugar de correrse hacia el sur, como es usual durante el verano, se mantendrán sobre el norte del área agrícola venezolana más tiempo que lo habitual, provocando precipitaciones superiores a lo normal.

Paralelamente, la nubosidad superior a lo normal moderará las temperaturas reduciendo la evaporación. Si bien el verano es la estación seca en el norte del área agrícola venezolana, esta combinación de precipitaciones superiores a lo normal y evaporación inferior a la media, retrasará la pérdida de humedad de los suelos, haciendo que los procesos productivos agrarios logren atravesar la estación en mejores condiciones que lo usual.

Además, este comportamiento, ayudará a mantener los suelos en buenas condiciones hídricas, conservando la cobertura vegetal y facilitando el inicio de las tareas de siembra a comienzos del invierno 2011.

Por su parte, el sur del área agrícola venezolana observará precipitaciones algo inferiores a lo normal, y temperaturas leve a moderadamente superiores a lo normal, por lo que será necesario efectuar un cuidadoso manejo de la humedad de los suelos, a fin de evitar que se llegue al final de la estación con una situación de sequía.

Debido al notable desarrollo alcanzado por “La Niña”, la mayoría de los principales centros internacionales de pronóstico climático coinciden en anunciar que su duración se extenderá, por lo menos, hasta el inicio del invierno de 2011.

Dado lo avanzado de la temporada, este pronóstico tiene elevada probabilidad de cumplirse, haciendo que el invierno 2011 pase a desarrollarse bajo condiciones de “La Niña”, volviendo a aportar precipitaciones sobre lo normal en el norte y el centro del área agrícola venezolana, donde se concentra la mayor parte de la producción agraria del país. 

Gracias al incremento de la nubosidad y la humedad atmosférica que acompañarán al proceso, la evaporación asumirá valores moderados, contribuyendo a incrementar las reservas de humedad de los suelos.
No obstante, el hecho de que se produzca una prolongada racha con precipitaciones superiores a lo normal, podría dar lugar a situaciones de impacto negativo por exceso, con algunos riesgos que deben tenerse en cuenta en la planificación productiva:
• Precipitaciones torrenciales, acompañadas de fuertes vientos, capaces de provocar daños en las construcciones y rutas, desbordes de los ríos, y deslizamientos de tierras en zonas con pendiente 
• Excesos de humedad en los suelos, que dificultarán las labores agrícolas y podrían causar pérdida de calidad en los cultivos. 
• Condiciones de alta temperatura y humedad atmosférica que favorecerán las plagas y enfermedades de los cultivos, a la vez que dificultarán el acondicionamiento, almacenaje y transporte de la producción. 
• Alta temperatura, alta humedad atmosférica y anegamiento superficial en las pasturas y pastizales, causando estrés y enfermedades al ganado. 

Por su parte, el sur del agro venezolano observará precipitaciones algo inferiores a lo normal, que serán acompañadas por temperaturas leve a moderadamente superiores a la media, que atenuarán los fuertes excesos hídricos que suelen afectar al área, generando un ambiente más equilibrado, que favorecerá el desarrollo de la actividad agraria.

Los indicadores disponibles indican la continuación de un prolongado lapso con precipitaciones abundantes, que favorecerá las actividades productivas en el agro venezolano. 

No obstante, también será conveniente prever que las abundantes lluvias que se esperan dificultarán el avance de las labores, al mismo tiempo que darán condiciones conducentes para el desarrollo de plagas y enfermedades.

Asimismo, cabe mencionar que algunos centros de pronóstico anuncian la posibilidad de que el actual episodio de “La Niña” no sólo se prolongue más de lo normal, sino que, inclusive, podría llegar a continuarse en un segundo evento consecutivo, con lo cual su acción se potenciaría considerablemente.

Por el momento, esto es sólo una posibilidad, pero debe tenerse en cuenta que, en caso de que la misma se concrete, el invierno 2011 podría presentar fuertes riesgos por excesos hídricos, que alcanzarían su clímax hacia el final de la estación, con inundaciones y deslizamientos de tierra, dificultando la etapa final de las labores del agro.

Por lo tanto, será necesario mantener una cuidadosa vigilancia del clima, a fin de poder anticipar debidamente la posibilidad de ocurrencia de los eventos extremos que se perfilan en el futuro.

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