domingo, 6 de febrero de 2011

¿Qué es la etología clínica equina?



La etología es el estudio científico y comparado del comportamiento animal y abarca tanto las conductas innatas como los componentes adquiridos mediante el aprendizaje, e investiga todos las facetas del comportamiento. Si sumamos a esto los conocimientos de la medicina veterinaria, para diagnosticar problemas de comportamiento y establecer pronósticos y tratamientos, estamos haciendo etología clínica.

Rosario Galtier. Veterinaria especialista en Etología Clínica
Clínica del Comportamiento Animal UCM (Universidad Complutense de Madrid)

La etología es el estudio científico y comparado del comportamiento animal. A partir de estos conocimientos podemos identificar las distintas pautas de conductas normales (comportamiento de alimentación, social, sexual, maternal, de acicalamiento, de juego, de eliminación de excretas, etc.). Este estudio abarca tanto las pautas fijas (conductas innatas) como los componentes adquiridos (aprendizaje) de la conducta, e investiga el origen, desarrollo, control, valor adaptativo y evolución del comportamiento.

Cuando a esto sumamos los conocimientos de la medicina veterinaria (anatomía, fisiología, patología, farmacología, etc.) estamos en condiciones de diagnosticar los distintos problemas de comportamiento de nuestros pacientes equinos, y de esa forma establecer un pronóstico, un tratamiento y, mejor aún, realizar cambios en el manejo para prevenir su aparición. Y es aquí, donde nace la etología clínica, como una nueva especialidad de la medicina veterinaria.

Para poder establecer un diagnóstico correcto del problema se recurre al examen etológico, en el cual se evalúan diferentes aspectos del paciente como la observación directa de su conducta, un examen físico general del animal para descartar cualquier enfermedad sistémica que pudiera estar ocasionando dolor, ansiedad o estrés en el caballo y una entrevista con los propietarios o responsables para conocer en profundidad la historia del animal y su personalidad.

La terapia de los problemas de conducta se sustenta
en cuatro pilares básicos
  • El enriquecimiento ambiental consiste en cambiar algunas características del hábitat del paciente acorde con sus necesidades específicas.
  • La modificación de conducta (o psicoterapia) consiste en la aplicación de técnicas basadas en el aprendizaje para modificar el comportamiento, como la habituación, la desensibilización sistemática y el contracondicionamiento.
  • El empleo de medicamentos de acción central (psicofármacos) para favorecer el cambio de conducta incluye el uso de ansiolíticos, antidepresivos, estimulantes del SNC, hormonas, etc.
  • El tratamiento quirúrgico. El más común es la castración, que se suele utilizar en aquellos casos que no se van a destinar para la reproducción y presentan conductas de alta excitación y de muy difícil manejo.

Es importante señalar que en la mayoría de los problemas de comportamiento el tratamiento incluye la combinación de varios de éstos elementos para obtener mejores resultados.

En la Clínica del Comportamiento Animal de la Facultad de Veterinaria de Universidad Complutense de Madrid, veterinarios con experiencia previa en trabajo de campo en medicina veterinaria trabajan en esta área para ofrecer una herramienta más a favor del bienestar de nuestros caballos, evitando así el abandono y el maltrato animal. 

Problemas de comportamiento
Hay una amplia variedad de problemas de conducta en los caballos. Los más frecuentes son las conductas compulsivas o estereotipias (conocidas comúnmente como vicios de cuadra), conductas agresivas, trastornos alimentarios y reacciones de miedo derivadas de una falta de socialización.

Agresividad
Los caballos son muy reactivos con el medio ambiente; y tienen muy desarrollada la capacidad de huida que, como animal de presa, es esencial para la vida salvaje. Frente a un estímulo aversivo que le cause miedo, el caballo intentará huir. Si se encuentra sujeto reaccionará con violencia, girará de forma brusca, arrastrando a quien esté a su paso. En realidad, el caballo no está luchando, está intentando huir. Esta agresividad puede dirigirse hacia otros caballos, el cuidador o un mal jinete.

Trastornos alimenticios
Entre las posibles causas se encuentran aquellas que difieren de la forma natural:
  • acceso restringido a la comida,
  • largos periodos sin comida,
  • exceso de alimentos concentrados, de alta energía y melazas,
  • competencia y estrés alrededor de la comida.

Los más frecuentes, entre otros, son la pica (ingesta de materia no comestible como viruta, piedras, arena, madera, etc.) y la coprofagia (ingesta de heces). 

Comportamientos compulsivos o estereotipias
pueden suceder en situaciones concretas o bien convertirse en algo generalizado, teniendo lugar siempre bajo situaciones de estrés y ansiedad. Ejemplos típicos son el tiro de oso (o balanceo), cabeceo, morder madera, tragar aire, dar vueltas en el box. 

Miedos
Algunas de las situaciones más violentas que se viven en el día a día con los caballos son por reacciones de miedo ante algún estímulo. Los miedos pueden derivar, principalmente, de una falta de socialización y educación temprana. Los ejemplos más frecuentes son el miedo a subir al van, pasar por encima del alcantarillado o cruzar charcos y ríos.

Medicina preventiva en etología: clases para potros
Como muchas otras especies de presa, el caballo es una especie que denominamos precoz, pues nacen completamente desarrollados y pueden reaccionar ante un peligro poco después. En estas especies, la socialización temprana se puede iniciar inmediatamente después del nacimiento y consiste en familiarizar al potro con todos los objetos, estímulos y procedimientos con los que va a convivir a lo largo de su vida. Por ejemplo: el uso de la cabezada y la montura, colocar las vendas de descanso tras el entrenamiento, ser guiado por las personas (ramaleado), subir y bajar de un remolque, permitir la manipulación de todas las partes de su cuerpo, etc.

Las clases para potros de la Clínica del Comportamiento Animal se centran en la educación temprana como herramienta primordial para la prevención de problemas de comportamiento en los caballos. Los animales que participan en las clases para potros y reciben una manipulación temprana (durante los primeros tres meses de vida) son más receptivos a la hora de iniciar el entrenamiento deportivo que los potros que no han tenido dicha manipulación durante ese periodo.

Una buena socialización durante los primeros meses de vida es fundamental para crear respeto y un buen vínculo hombre-animal, y evitar el miedo y la resistencia física que suele presentarse en los caballos adultos cuando se enfrentan a situaciones a las que no están habituados.

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