Después de dos años que se adquirió la planta procesadora de Coco en Brasil por un costo de casi dos millardos de bolívares, el proyecto para ponerla en funcionamiento aún no arrancado, y la planta está completamente en el olvido, convertida hasta ahora en puro buche y pluma, ante la negativa que ha resaltado la muy sonada programación que mengua ante la falta del incentivo de los organismos responsables de tomar las riendas para poner en funcionamiento tan anhelado proyecto.
Ante la pérdida millonaria de coco que están siendo víctima los productores de este rubro en esta región del país, específicamente en el municipio Pedernales, donde las quejas por las pérdidas de la fruta son a granel.
Así se conoció en ese vasto sector de la geografía deltana, por parte de habitantes de la región y representantes del consejo comunal como son: Daniel Lezama, Miembro de la Contraloría Social; José Acosta, de la Mesa Técnica de pesca y de Jorge Malavé, de Gestión Financiera; así como del Productor y luchador social Reinaldo González, quienes revelan que es triste y lamentable que el coco así como la pesca, son las principales fuentes de economía de esa localidad, que no exista desde hace años un medio que opte por la compra del determinado rubro, por lo que le hacen un urgente llamado al Fondo de Crédito Social (FONCRES), como a los demás organismos encargados de activar las baterías para la puesta en funcionamiento de la referida programación, donde debe de echarse a un lado el frío silencio gubernamental y activar acciones que conlleven hacer realidad tan esperado proyecto, que sigue bajo el manto fúnebre de los desaciertos y de los sinsabores, lo que ha originado un descontento generalizado en los productores de coco en todo el estado Delta Amacuro –agregan-
De igual manera destacan que a ellos los han dejado solos, nadie los visita en pro de establecer importantes convenios con el Gobierno de Trinidad y Tobago, donde el coco vale oro porque allá, aprovechan hasta la estopa y nada se pierde de este rubro.
El llamado es para la Gobernadora, Lizeta Hernández, la Alcaldesa y Concejales del municipio Pedernales, a los Diputados nacionales y estatales y a todo aquel organismo, que de buena voluntad para que contribuya para poner en funcionamiento la planta procesadora y no se siga deteriorando y perdiéndose tristemente los millones de cocos que se retoñan todos los años en el municipio –agregan-.
Esta situación, ha llevado a la nutrida gama de productores de Capure como del resto del Delta Amacuro, ha tener que verse “obligado” a silenciarse por no contar con el incentivo que pueda superar esta crisis que ha generado el mismo ambiente gubernamental, al haber descuidado tanto y haber echado al abismo su responsabilidad con el sector agrícola en esta región, donde debe de desvanecerse el nostálgico, retrógrado y helado ambiente que se hace ampliamente notorio en los organismos encargados de activar al sector agrícola, en pro de sacar al Delta del abismo en que lo han llevado ante la falta de la motivación, y del apoyo a los productores de coco en Delta Amacuro.
FUENTE: http://www.notidiario.com.ve/
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