El tiempo corre y los compradores no formales o "coyotes" hacen de las suyas con los productores de frijol. El 12 de noviembre se dio luz verde a las 36 acopiadoras que confirmaron su participación en el programa de comercialización 2011, pero la mayoría sigue sin abrir sus puertas. A decir del titular de Aserca en Durango, Alberto Alatorre, esto obedece a cuestiones técnicas y a que éstas aguardan por líneas de crédito para demostrar liquidez.
En tanto, productores de Los Llanos denunciaron en la semana reciente abusos en los municipios de Guadalupe Victoria, Poanas y Pánuco de Coronado, mientras que en Canatlán la dirección de Desarrollo Rural reveló que ninguna acopiadora recibe aún leguminosa. A los señalamientos se sumó el sector campesino del PRI, al sospechar contubernio entre empresas y autoridades para afectar a los campesinos.
DETALLES TÉCNICOS
Alatorre Zaldívar, director estatal de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca), abundó que el compromiso de arranque del programa se fijó para la primera quincena de noviembre y que hasta el jueves pasado era mínimo lo que operaban las organizaciones con recepción de frijol.
"Considero que las organizaciones (acopiadoras) no han iniciado porque preparan la infraestructura para almacenar, pero sobre esperan líneas de crédito que es uno de los requisitos que deben cubrir para participar en el programa", detalló.
Funcionarios de Aserca y de la delegación federal de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), sostuvieron dos reuniones este mes con las acopiadoras, una el día 12 de este mes y la más reciente la tarde del jueves pasado.
El entrevistado enfatizó que no se les puede obligar a las empresas a que sean parte del programa, sino que su participación es voluntaria e informó que el registro aún está abierto y que pueden ser más de 36 las que compren la producción estatal.
ENTRE PARTICULARES De acuerdo al anuncio oficial, el precio base sugerido es de nueve pesos por kilogramo, pero este puede variar "en cada transacción y/o región en donde se lleve a cabo la compra-venta", expresó el servidor público.
Aclaró que las reglas del programa no establecen un tiempo de pago de la cosecha al agricultor.
"Las transacciones son entre dos particulares, es importante destacarlo, y son las partes quienes se ponen de acuerdo para el pago. Pero que la organización tenga liquidez, garantiza el pronto pago al productor", apuntó.
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