Londres, 1 nov (EFE).- La innovación en biotecnología, el desarrollo de cultivos eficientes y sostenibles, la necesidad de trabajar con las comunidades agrícolas y la búsqueda de financiación del sector privado son los principales desafíos de la agricultura del futuro, según se expuso hoy en la conferencia Crop World.
El ciclo de conferencias Crop World 2010 se inauguró en Londres para aportar propuestas realistas ante el reto de aumentar la producción mundial de alimentos y garantizar la seguridad alimentaria para poder hacer frente al crecimiento de la población.
La directora del programa para la Investigación Biotecnológica, Alimentaria y Agrícola de la Comisión Europea, Maive Rute, advirtió de la importancia "capital" de buscar la innovación en la agricultura para aumentar el rendimiento de los cultivos, ya que para 2050 la producción agrícola mundial deberá crecer un 70 por ciento para poder alimentar a toda la población.
Con este propósito, Rute insistió en la necesidad de imponer el concepto de "bioeconomía": "poner todos los usos y recursos de la tierra y los acuíferos en un marco global y analizar cómo se les puede sacar partido de manera sostenible".
Rute señaló que el compromiso europeo con el desarrollo sostenible de la agricultura es firme, ya que la inversión destinada al programa que ella dirige ha pasado de 192 millones de euros en 2007 a los 371 millones de euros comprometidos para 2013.
Sin embargo, Rute advirtió de que todos los esfuerzos son pocos para lograr ese aumento del 70 por ciento de la producción mundial de alimentos para 2050, por lo que insistió en la necesidad de captar la inversión privada y de trabajar con las empresas dedicadas a la innovación biotecnológica.
El director regional para Europa, Oriente Medio y África de DuPont Crop Protection, Rik Miller, hizo hincapié en la necesidad de reducir el impacto ecológico de los cultivos.
El 70 por ciento del agua en el mundo se destina a usos agrícolas y para hacer frente al aumento de la producción agrícola de la próxima década, subrayó, será preciso un 20 por ciento más de agua.
"Fomentar el uso de energías renovables como la solar fotovoltaica, la hidráulica o la eólica es un paso fundamental para incrementar el rendimiento de los cultivos y recortar su huella ecológica", precisó Miller.
Para lograr estos objetivos, la única manera es trabajar mano a mano con las comunidades locales para enseñarles formas sostenibles de explotación agrícola y el desarrollo de cultivos adaptados a las condiciones climatológicas de cada región, añadió.
Sobre cómo trabajar con las comunidades locales habló el presidente de la Alianza para una Revolución Verde en África, Namanga Ngongi, quien indicó que la agricultura es el pilar que sustenta el continente, ya que representa alrededor del 70 por ciento del PIB de todo África y el 80 por ciento de todos los alimentos que allí se consumen.
"El contrasentido es que en muchos países el porcentaje de los presupuestos nacionales que se destina a la agricultura no excede el 5 por ciento", aseguró Ngongi.
Ngongi comentó que además de riqueza para esas comunidades, el desarrollo agrícola en las localidades rurales africanas supone una mejora de la calidad de vida, porque los niños pueden ir a la escuela, pueden comprar medicamentos y tienen acceso a infraestructuras como agua corriente o electricidad.
Entre las estrategias mencionadas por Ngongi para lograr esta riqueza están: el cultivo de semillas resistentes al clima del continente, la producción de fertilizantes naturales por las propias comunidades agrícolas -lo que reduciría los costes en un 40 por ciento- y la venta de los productos de forma conjunta en los mercados locales para poder fijar precios justos tanto para los compradores como para los vendedores. EFE
FUENTE: http://www.nortecastilla.es
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