En su primera visita a Tres Arroyos, Carlos Casamiquela, presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, destacó los aportes del kirchnerismo para la institución que preside. Además, resaltó la labor de la Chacra de Barrow
"En la década pasada tuvimos la baja del 30% de nuestra gente, estuvimos al borde de la disolución institucional y de la privatización", recordó el ingeniero Carlos Casamiquela, presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en la conferencia de prensa que brindó ayer en la Chacra Experimental Integrada de Barrow (CEI de Barrow).
Junto a Carlos Bertucci, director de la experimental, y Eduardo Ezcurdia, director de la regional Buenos Aires Sur del INTA, dialogó con la prensa, tras haber compartido una reunión en la que se abordaron cuestiones institucionales del INTA y de la relación que mantiene con el Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, el otro organismo del Estado que financia y dirige a la CEI de Barrow.
"Hoy el INTA tiene el presupuesto más alto de su historia. Desde el 2003 hasta ahora alcanzó un crecimiento presupuestario de más del 700%, tiene el doble de su planta de personal, hemos podido multiplicar por 20 nuestra capacidad de inversión para laboratorios, equipamientos y automotores. Esto nos ha permitido reposicionarnos en un lugar que tal vez nunca deberíamos haber perdido", describió Casamiquela, en una clara defensa de los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner.
El ingeniero Casamiquela, quien dirige el organismo desde mediados de 2009, afirmó que "hoy el INTA está en una etapa de tranquilidad institucional, de fuerte crecimiento".
Agregó que "esto se da en un contexto de apoyo del Gobierno a la ciencia y la tecnología, al desarrollo del sector agropecuario".
Argumentó que "dos de los hechos políticos institucionales más trascendentes para el sector son la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología y la creación del Ministerio de Agricultura, que después de más de 30 años ha logrado posicionar a la cuestión agropecuaria en el más alto nivel de las decisiones gubernamentales".
En cuanto al rumbo de la institución que preside, manifestó que "ya hay demostraciones claras de que el INTA no sólo está trabajando en el desarrollo rural y en el agropecuario, en términos tecnológicos, sino que también está trabajando para generar productos y procesos que beneficien en muchos casos al conjunto de la sociedad".
En este sentido, destacó la "nueva mirada" del INTA, que "busca trascender la cuestión meramente tecnológica y empezar a ver la realidad en un contexto mucho más complejo y en el marco de la realidad de un país como el nuestro, donde el INTA como organismo del Estado tiene la responsabilidad de hacerse cargo de todos los sectores de la economía agraria".
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