El gobierno chino quiere aumentar la producción de arroz para enfrentar las pérdidas de cosechas de trigo a raíz de una sequía en el norte del país y prometió ayudas por 1.000 millones de dólares.
Los anuncios chinos tienen lugar luego de que la ONU advirtiera que la situación alimentaria en el gigante asiático podría volverse "muy seria" por esta sequía, la más importante de las últimas seis décadas en esa región, donde ciertas áreas no han tenido lluvias por más de tres meses.
En una reunión presidida por el primer ministro Wen Jiabao el miércoles, el gobierno resolvió destinar fondos para pagar a los productores precios más altos por sus granos para impulsar la producción, indicó en un comunicado el gabinete chino.
El texto no precisa cuánto dinero de los 6.700 millones de yuanes (unos 1.000 millones de dólares) destinados a combatir la sequía serán dedicados específicamente a la compra de granos.
Parte de las ayudas podrían ir al transporte de agua a las zonas afectadas, la construcción de sistemas de irrigación y otras medidas por el estilo.
El gobierno chino advirtió que la situación podría empeorar, ya que según los pronósticos a mediano plazo las precipitaciones en el norte de China seguirán estando "persistentemente por debajo de los niveles normales y los grandes ríos continuarán secos en general".
China tiene a la autosuficiencia alimentaria como política de Estado y cualquier decisión de comprar trigo en el extranjero, una posibilidad cada vez más fuerte según algunos analistas, podría impactar los mercados mundiales de materias primas.
En general, el trigo crece en el norte, mientras que el arroz es cultivado más bien en el sur, más húmedo.
Las preocupaciones por el impacto de la sequía hizo subir el miércoles los precios del trigo en el mercado de materias primas de Zhengzhou (centro).
Según el gobierno, el costo del trigo "continuará aumentando".
Este problema tiene lugar en un muy mal momento para el gobierno, que lucha actualmente para controlar los precios de los alimentos en un marco de fuerte inflación.
El martes, el Banco Central chino aumentó su principal tasas de interés por tercera vez en cuatro meses, en un nuevo intento de las autoridades de Pekín para frenar la inflación ante el temor de que provoque revueltas sociales.
La actual sequía en el norte se ha convertido en uno de los principales temas de preocupación en China y ha ensombrecido los festejos por el inicio del Año Nuevo lunar, que continuaban esta semana.
El presidente Hu Jintao y Wen Jiabao efectuaron visitas por separado la semana pasada a las zonas afectadas y pidieron hacer "todos los esfuerzos posibles" para combatir la sequía.
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) lanzó el martes una advertencia sobre el impacto de las pérdidas de las cosecha de trigo en China, un elemento clave para el mayor productor mundial de granos.
"La actual sequía es potencialmente un problema muy serio", indicó la agencia de la ONU con sede en Roma.
Las ocho provincias afectadas por la sequía producen más del 80% del trigo cosechado en Chino en el invierno boreal.
Los precios mundiales de los alimentos alcanzaron en enero su nivel más alto de los últimos 20 años, según el índice de la FAO publicado la semana pasada en Roma.
FUENTE: http://www.swissinfo.ch/
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