En el Alto Paraná podrían registrarse pérdidas en la producción de soja. Hasta ahora sólo una ínfima parte se pudre porque las vainas ya secas absorben agua y generan hongos. Hay 800.000 hectáreas de la oleaginosa sembrada en todos los distritos de este departamento, de las cuales recién se cosecharon 20.000 hectáreas. La maquinaria agrícola no puede ingresar al campo porque la tierra aun se encuentra húmeda y lodosa.
Así como la lluvia es benéfica para el campo, también puede producir perjuicios. Un ejemplo es lo que ocurre actualmente con la soja y aunque no se puede hablar de pérdidas significativas de la producción, ya es afectada por el exceso de lluvia. Según estimaciones de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP) hay algunas parcelas de variedades tempraneras que tendrán un rendimiento promedio de 3.500 kilos por hectárea, pero una vez cosechada, casi la mitad estará podrida, llena de hongos.
“La situación está preocupando a los productores. No podemos cuantificar las pérdidas que hasta el momento son ínfimas, pero si la lluvia continúa la cosecha será perjudicada enormemente”, dijo el ingeniero Rubén Sanabria.
La pronosticada cosecha récord podría alcanzarse en cuanto a cantidad de semillas, pero no en calidad ya que una parte no sería apta para el consumo humano.
Hay casos en que las semillas de soja llegaron incluso a germinar nuevamente dentro de las vainas, porque absorbieron agua. Estas semillas ya no sirven ni para ser replantadas.
En el Alto Paraná se cosecharon unas 20.000 hectáreas hace 15 días, cuando la tierra no estaba tan húmeda como ahora e imposibilita el ingreso de la pesada maquinaria agrícola.
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