lunes, 20 de junio de 2011

Venezuela: Agricultura reverdece la faja del Orinoco

Son hombres que durante décadas han venido luchando para darle a los arenales de la faja del Orinoco un futuro más verde y tan próspero como el derivado del resinoso petróleo. Ahora están a la expectativa del proyecto agroindustrial que impulsan Venezuela y Brasil para convertir a esta región en una potencia suramericana en soya y maíz.

Los grandes mereyales, que florean hasta dos veces por año, dan base a una creciente industria confitera artesanal, el mango, el potencial maderero que ofrecen los grandes bosques de pinto caribe de Los Colorados, la reciente cosecha de 15 millones de kilos de patilla , de 800 mil kilos de maní, 975 toneladas anuales de carne de cerdo en canal, 500 mil pacas de pasto y 2 millones de kilos de semillas de sorgo, cosechadas en 700 hectáreas, hablan -en cifras- de un potencial agrícola y porcino con fuerte influencia en el mercado venezolano.


"No es cualquier cosa que estemos ante la posibilidad de desarrollar siembras de soya y maíz blanco y amarillo, en 36 mil hectáreas desde Aragua de Barcelona hasta Soledad. El petróleo es la base de todo, pero el futuro es agrícola", dijo Manuel Barnáez.


Él forma parte de una legión de 2.500 productores del sur de Anzoátegui a quienes el Gobierno nacional respaldó con créditos y maquinarias para desarrollar, en una primera fase, 7 mil hectáreas con ese rubro .


Disponen de silos, aportados por el Ministerio de Agricultura y Tierras, para almacenar hasta 40 mil toneladas, cerca de El Tigre, en el complejo agropecuario José Inácio Abreu e Lima, bautizado con el nombre de un legendario guerrero brasilero que se sumó a Bolívar en la campaña por la libertad de Guayana. El proyecto es apoyado por Brasil.


Paralelamente al desarrollo de una siembra de 50 hectáreas de soya, Bernáez y otros 45 apicultores, están aportando este año al mercado nacional 225 toneladas de miel de abeja.


La flor de mastranto proporciona el néctar para las 3.400 colmenas que tienen en producción al sur de El Tigre y Pariaguán.


A este proyecto de expansión agrícola también apuestan unos 2 mil productores de la Misión Agro Venezuela, dijo Rafael Márquez, promotor comunitario del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (Inia).


También está la cooperativa "Patios Productivos", impulsada desde Anaco por la productora Esther Baptista, con apoyo del Ministerio de Agrícultura y la Alcaldía de Anaco.


Baptista está enfocada en la siembra de cebolla, ají, pimentón y tomate, en pequeñas porciones de terreno.


"Sembrar las hortalizas que consumimos", es su lema.


Julio Rebolledo, productor agrícola, respalda la asistencia técnica y financiera de Agro Patria en el sur de Anzoátegui.


No faltan quienes recuerdan que esos sueños de grandeza agropecuaria en las tierras del petróleo vienen cabalgando por décadas, con muchos protagonistas y muchos reveses y contratiempos, pero siempre con persistente optimismo.
 
 

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