miércoles, 18 de septiembre de 2013

Cuáles son los nichos interesantes para los ingenieros agrónomos



La Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) realizó por tercer año consecutivo un Foro Laboral en cual convocó a funcionarios de organismos públicos, referentes de empresas nacionales e internacionales, extensionistas, investigadores y emprendedores, para conocer cuáles son los perfiles de profesionales más buscados, vinculados con la agronomía y las ciencias ambientales. Las charlas fueron seguidas de cerca por un nutrido número de estudiantes y egresados de las 10 carreras que posee esta institución académica.

La iniciativa buscó acercar a estudiantes y egresados con nuevas oportunidades de empleo de los sectores público y privado, con autoridades de las secretarías de Ambiente de la Ciudad, de la Provincia de Buenos Aires, y de la Nación, del los ministerios de Agricultura y de Industria de la Nación, el INTA y AACREA, entre otros.

También participaron asociación de viveristas y floricultores, y entidades de turismo rural, así como 10 empresas nacionales y internacionales con sus áreas de recursos humanos, docentes, investigadores y extensionistas, referentes de la comunidad educativa y emprendedores de IncUBAgro, la incubadora de la FAUBA, y empresas vinculadas con el Parque Científico y Tecnológico de la Facultad.

Biotecnología, energías renovables, especialistas en comercio exterior, saneamiento de agua y tratamiento de residuos, son algunas de las competencias que se perfilan con mayores oportunidades hacia el futuro. No obstante, más allá de los conocimientos técnicos, se destacaron los valores de las personas, la capacidad de trabajar en equipo y de manera interdisciplinaria, la innovación, la creatividad, la autogestión y la capacidad de tomar decisiones.

"Cuesta resumir los lugares donde trabajan los agrónomos, porque el límite de la tranquera quedó atrás hace muchos años. Los empleos van más allá de un establecimiento agropecuario e incluyen aspectos agroambientales. Hoy, pueden estar en una consejería agrícola en Moscú o en un equipo de biotecnología en el país", dijo Lorenzo Basso, secretario de Agricultura de la Nación, y valoró las áreas del Ministerio y de sus organismos descentralizados donde confluyen agrónomos, economistas, ingenieros forestales, veterinarios y biotecnólogos, entre otros.

A su entender, la acuicultura y la biotecnología van a emplear muchos profesionales en los organismos regulatorios y en las empresas. "También tenemos fondos para desarrollar proyectos sobre agroenergías, que se presentan como un nicho muy importante", dijo, y señaló la necesidad de contar con más expertos en negociaciones internacionales: "Queremos abrir más consejerías agrícolas en el mundo, dirigidas por agrónomos que entiendan sobre barreras paraancelarias, que sepan vender y acompañar a las empresas argentinas en el exterior".

Por su parte, Marcelo Díaz, director nacional de Articulación Institucional de la Secretaria de Ambiente de la Nación, afirmó: "Necesitamos muchos profesionales en gestión ambiental y cambio climático, y en áreas como bioenergía, saneamiento de agua y tratamiento integral de residuos sólidos urbanos, donde hoy no encontramos especialistas". Díaz apuntó que, para formar estas nuevas competencias, se están firmando convenios con el Ministerio de Trabajo de la Nación y con la FAUBA, cuyos estudiantes podrían capacitarse y hacer pasantías.

"La UBA es una de las universidades que más profesionales aporta al INTA", aseguró Guillermo Semproni, director nacional de Organización y Recursos Humanos de este organismo, presente en 450 puntos geográficos del país y con más de 9500 empleados directos e indirectos.

"Además de la agronomía, avanzamos a otras profesiones que pueden ir desde antropólogos hasta doctores en nanotecnología. Necesitamos profesionales que tengan amplitud de criterios, visión de contexto, espíritu de trabajo en equipo y de servir a la sociedad, atendiendo las demandas de los sectores más necesitados, así como de los más tecnologizados, dijo".

"El INTA requiere cada vez más gente porque hay una demanda territorial permanente. Tenemos un programa de becas para estudiantes y recién egresados, con 350 becarios por año, que son nuestra principal fuente de profesionales", sostuvo.

Desde las empresas, Paula Marra, directora corporativa de Gestión de Talentos en Los Grobo, consideró: "Hay muchos perfiles que conviven con nuestra profesión de ingenieros agrónomos. Hoy enfrentamos un mundo cambiante y cada vez más femenino: 60% de los egresados de la universidad pública son mujeres".

Asimismo, advirtió que, más allá de los conocimientos técnicos, se valoran "personas que están atentos y con energía, capaces de percibir y apoyar estrategias, de dar sentido a lo que hacen y motivar a sus equipos. Ejecutivos con intuición que puedan improvisar, más generalistas, capaces de dudar, de tomar decisiones y abrazar tecnologías. Que sepan aceptar el conflicto, que tenga en cuenta los riesgos, que puedan desarrollar sustentabilidad, construir a largo plazo, y crear valores compartidos para los accionistas y para la sociedad en general".

Alejandro Elsztain, vicepresidente de Cresud, señaló que el crecimiento exponencial que tuvo la empresa desde 2006 los llevó a convertirse en una multinacional argentina, y esa evolución se debió en gran parte al trabajo de los agrónomos. "La agronomía debería ser una de las principales carreras del país", subrayó, y destacó que desde el CEO de la compañía hasta las gerencias Comercial, Internacional, Técnica, de Campos y Presupuesto, están dirigidas por egresados de la FAUBA.

Jorge Parizzia, director de Marketing de Dow Agrosciences, indicó que "además de la parte técnica, se busca una serie de agregados que son innovación, creatividad, autogestión, tomar decisiones y generar trabajo en equipo, apoyado en valores y en las relaciones entre las personas. Cuando realizo entrevistas, pregunto tres cosas: cuáles son tus valores, tus áreas de mejoras y cómo te ves en el futuro".

"Hoy, el sector agroalimentario como cadena de valor, con las economías regionales, es el más adecuado para trabajar en la Argentina. Hay muchas oportunidades", dijo, y recomendó a los estudiantes presentes que "tengan sueños y piensen en grande".

Investigación y transferencia tecnológica

La investigación y la extensión también tuvieron su espacio durante el Foro Laboral, con charlas sobre las oportunidades de trabajo que existen para los estudiantes y egresados de la FAUBA.

Roberto Fernández, secretario de Investigación y Posgrado de la institución, recomendó a los alumnos que deseen continuar con la carrera de investigadores, vincularse con las cátedras mientras cursan la carrera, y detalló las becas de apoyo para realizar posgrados y tesis, en el marco de las maestrías y doctorados, vinculadas con la UBA, el CONICET y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.

La extensión agropecuaria y la transferencia de tecnología como salida laboral tuvo un panel especial durante la segunda jornada del Foro Laboral, con la participación del INTA, AACREA y la Universidad Nacional de la Plata, y la moderación de Carlos Carballo, docente de la cátedra de Extensión y Sociología Rurales de la FAUBA, quien anticipó que la FAUBA prevé inaugurar una Secretaría de Extensión, el próximo año.

Ricky Negri, coordinador de Investigación y Desarrollo de AACREA, destacó el rol de los 280 asesores que poseen los grupos CREA, por el rol que brindan en la trasferencia de tecnología hacia los productores, y por sus competencias técnicas y humanas: "Las competencias humanas son irremplazables. Buscamos personas empáticas, que comprendan al otro, a la organización, a las empresas familiares", dijo, y subrayó que el extensionista debe saber escuchar, compartir valores, generar confianza y ser generoso.

"Esperamos que las personas que se suman a los equipos tengan hambre de progresar, de cambiar las cosas, de ser mejor cada día, porque eso es contagioso", agregó, y valoró que en 2013 se hayan comenzado a realizar, por primera vez, los cursos de capacitación para formar asesores CREA en la FAUBA.

Por su parte, Raúl Pérez, del Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar Región Pampeana (IPAF), explicó que desde ese sector del INTA "se investiga de una manera particular, porque lo hacemos en el campo y con los productores. Es una investigación-acción-participativa, donde lo importante es el proceso de intercambio de saberes".

"El extensionista que trabaja con agricultura familiar tiene que tener vocación, predisposición y sensibilidad. Es muy importante la formación social, más allá de lo tecnológico, donde no hay recetas, sino un trabajo para la organización y el sistema productivo, valorando tecnologías alternativas como la agroecología", afirmó.

Diego Castro, extensionista del INTA, destacó los programas de extensión del INTA (Cambio Rural, Prohuerta y Profam, Desarrollo local y Minifundio) y señaló que en su trabajo como extensionista en el área norte metropolitana, donde hay establecidos 1900 productores, se propone un enfoque territorial y el impulso de procesos asociativos, además de los productivos. "La universidad es un espacio clave de formación de futuros profesionales. Necesitamos un fuerte compromiso de la institución y de los egresados", aseguró.

Dardo Selis, docente de Extensión de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, de la Universidad Nacional de La Plata, afirmó que "la mayoría de los extensionistas del país son agrónomos", y señaló la necesidad de "reconocer la diversidad de los productores y sumar al estilo tradicional del extensionista, centrado en los conocimientos técnico productivos, una lógica territorial de acción horizontal, donde se establece un diálogo de saberes".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...