Martín Eduardo Luna Prieto*
Ésta consiste en asociar a los agricultores de regiones forrajeras con ganaderos, en un concepto de ganar-ganar, en el que el agricultor ofrezca calidad y cantidad, y el ganadero seguridad en la compra a un valor justo de mercado.
En el caso de maíz y sorgo, ayudaría a realizar el corte oportuno para un excelente ensilaje. En esta estrategia se tienen oportunidades de mejora, en las cuales los agricultores pueden utilizar mejores semillas, realizar mejores labores de cultivo y por lo tanto, ofrecer mayor producción y calidad. La experiencia del ganadero es clave y fortalece esta relación con capacitación a través de los mismos proveedores de insumos.
Respecto de la crianza de vaquillas, ésta es una inversión a largo plazo y toma un valor específico alto, porque disminuye la liquidez del negocio.
Ante esta situación, FIRA generó un programa para fortalecer la crianza, otorgando crédito refaccionario, para dar liquidez a las empresas.
En la comarca lagunera, desde el 2011 a la fecha, se han otorgado más de 2,500 millones de pesos en beneficio de los ganaderos.
A raíz de la crisis por la sequía y los precios de los granos, los ganaderos han implementado estrategias para eficientar el proceso de crianza, alimentación, sanidad, reproducción y manejo.
Otro reto dentro de las empresas es lograr al máximo la eficiencia de energía. En los últimos cinco años, se quema biogás producido con los desechos del ganado, reduciendo los gases de efecto invernadero.
Con esto, se han tenido avances en el uso del biogás para transformarlo en energía, que se utiliza principalmente en el proceso de ordeña.
Asimismo, se establecen páneles solares para el uso de energía fotovoltaica, que permiten bajar el costo de producción de leche.
Para lograr al máximo el uso eficiente del agua, uno de los retos más importantes de la ganadería lechera, será clave tecnificar la superficie agrícola con equipos de riego.
En las zonas de riego por bombeo se tiene un avance importante, pero en las zonas con riego por gravedad, dependientes de presas de almacenamiento de agua, hay mucho que hacer.
Para eficientar el uso de esa agua hay que entregarla por volumen, de acuerdo a los derechos de cada productor y, por otra parte, se deben tener estanques para recibir el agua, permitiéndole al ganadero realizar los riegos de manera programada y en tiempo.
Si bien es cierto que hay factores externos que están afectando la rentabilidad de la leche y que no está en nuestras manos el control directo, también hay factores internos que podemos mejorar, para disminuir el costo de producción.
Quienes logren optimizar al máximo sus recursos disponibles, implementen estrategias de alianzas para esquemas de proveedores de insumos y se integren a la red de valor de la leche con la industria serán quienes podrán enfrentar mejor el reto actual de la rentabilidad en la lechería.
*Martín Luna Prieto es especialista de la Subdirección de Banca Corporativa en FIRA. La opinión es responsabilidad del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA. meluna@fira.gob.mx
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