¿POR QUE INVERTIR EN LA AGRICULTURA FORRAJERA ?
BAJA LOS COSTOS EN LAS EMPRESAS GANADERAS
INSERGAN; C.A. & Ing. Luís E. Mancilla. MSc. PhD.
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La gran incógnita en la producción de ganado vacuno ¿por qué invertir en la producción de pastos y forrajes? Viene otra reflexión si la paja se da sola ¿por qué invertir? Otros dicen es preferible suplementar con concentrado, sales, minerales y melaza que con eso se mantiene el animal porque la paja ¡Dios! Me la regala. Todas estas preguntas y reflexiones, terminan en que es mejor comprar más tierra que estar invirtiendo en la agricultura de pastos y forrajes.
¿Cómo invertir en la agricultura forrajera?
Primero debemos estar concientes de la fertilidad natural del suelo, de las unidades fisiográficas del relieve natural que predomina en la finca (banco, bajío y estero). Luego observar como es la distribución de las precipitaciones durante el año; es decir, si tiene un periodo de máximas y mínimas precipitaciones y si a la vez tiene un periodo definido de sequía. Es importante observar como son los promedios de humedad relativa y temperaturas diurnas y nocturnas. Todas estas condiciones de suelo y clima van a definir el tipo de explotación pecuaria, sistema de explotación, grado de explotación (intensivo, semi-intensivo y extensivo). Debido a que el tipo de suelo y clima define el tipo de forrajes o gramíneas forrajeras nativas e introducidas, las especies arbustivas y leñosas. El tipo de planta forrajera y clima define la genética del vacuno a desarrollar y según la extensión a producir, el tipo de explotación: cría, recría, lechera, levante o ceba. El sistema de explotación si es: Vaca-Becerro, Vaca-Maute, Vaca-Novillo.
En caso que la fertilidad del suelo es de moderada a alta donde los valores de acidez del suelo son moderados (pH 6-7), niveles de calcio, magnesio, potasio, fósforo, azufre y materia orgánica son niveles de moderado-alto, estamos en presencia de un suelo de alta fertilidad natural donde las plantas leñosas perennes abundan (samán, caro-caro, jabillo, cedros, mijao). Las plantas herbáceas son las leguminosas como los bejuquillos. En este tipo de suelo de alta fertilidad natural se debe establecer especies de gramíneas forrajeras altamente exigentes a la fertilidad natural del suelo en las unidades fisiográficas bien drenadas, puede establecer las gramíneas del grupo de las bermudas, estrella pata morada, estrella africana, el grupo de las guineas, pangolas, brizanthas entre otras. En los bajíos: pará, brachipará, tanner. Estas gramíneas son muy exigentes a la fertilidad natural del suelo y a la vez organizando el pastoreo dan excelentes índices productivos y reproductivos de los vacunos y bufalinos a pastoreo. A la vez tienen la ventaja de tener alta respuesta al manejo de la fertilización.
En caso, que los suelos sean ácidos e infértiles. En América Tropical tiene 1043 millones de hectáreas de suelos de muy baja fertilidad natural de los cuales 52 millones de hectáreas se encuentran en Venezuela, ocupan el 58% del territorio nacional. Estos suelos se caracterizan por una fertilidad muy baja, pero se ha comprobado que los cultivos que generalmente han respondido a este tipo de suelo son los pastizales. Sin embargo, este capital ecológico contrasta con la baja productividad de la actividad agropecuaria por hectárea; por el insuficiente manejo y utilización de la agricultura forrajera en pastoreo, limitaciones nutricionales, por el carácter estacional de las lluvias, altas temperaturas ambientales que determinan la fuerte variación de la cantidad y calidad forrajera; todos estos factores influyen en los generalizados bajos índices productivos y reproductivos de los rebaños a pastoreo. Es ineludible la obligación presente y futura de superar al estancamiento de la productividad de los vacunos y alcanzar un desarrollo sostenido de este sector fundamental de la agricultura venezolana.
Para ello, debemos manejar este capital ecológico de 52 millones de hectáreas de suelos ácidos e infértiles. En este tipo de ecosistema (suelo) debemos desarrollar y establecer gramíneas forrajeras que se adapten y resistan las condiciones de pobre fertilidad y las necesidades de fertilización son bajas, se refiere a las especies: Brachiaria humidícola, Brachiaria dyctioneura, Brachiaria decumbens, Brachiaria ruziziensis (Mulato), todas estas especies en suelos muy bien drenados. En suelos con alto contenido de arena como las sabanas de médano: Brachiaria brizantha, cultivar Toledo, en oriente se ha propagado la Brachiaria brizantha marandú, específicamente las sabanas de Monagas, Anzoátegui y Bolívar.
Allí se ha adaptado también el pasto sabanero (Andropogon gayanus) para mejorar la sostenibilidad de la agricultura forrajera se debe organizar el pastoreo asignando a cada rebaño un sistema de pastoreo, con un determinado número de hectáreas, un determinado número de potreros de superficies uniformes que garantice cortos periodos de ocupación (2-3 días) y moderados periodos de descanso (28-30 días) a fin de que la planta forrajera se pastoree siempre en prefloración, cuando se garantiza el equilibrio de energía (materia seca), proteína y minerales. Debido a que una planta en prefloración tiene más producción de hoja que de tallo.
Todo lo contrario una gramínea forrajera en pastoreo en floración tiene más producción de tallo que de hoja y la calidad es muy baja al punto que se produce desequilibrio en la población de la microflora y micro fauna ruminal por los déficit de proteína cruda al consumir forrajes durante y después de la floración.
La organización del pastoreo en potreros de superficies moderadas y en número suficiente que permite cortos períodos de ocupación (2-3 días) y moderados periodos de descanso (28-30 días) según el tamaño del rebaño le garantizan el consumo de forraje en cantidad y calidad al punto que un vacuno en pastoreo en una sola parada pueda dar hasta 30 mordiscos es superior que cuando la oferta forrajera es deficitaria.
En potreros muy grandes (40-100 hectáreas ) se presentan áreas sobre pastoreadas y sub pastoreadas (forraje maduro). El vacuno siempre selecciona el forraje (hoja apetecible), y en caso de sobre pastoreo camina más de lo que come al punto que un animal de 450 kg necesita el 10% de su peso vivo en forraje verde. Quiere decir que un animal de 450 kg necesita consumir al día 45 kg de forraje verde al estar escaso en el potrero cada mordida es muy baja en su volumen al extremo de 3 gamos por mordida, lo cual necesitaría dar 15000 mordidas-día para llenar los requerimientos de 45 kg de forraje verde-día. A esto se le suma la perdida de energía durante las mordidas, la perdida de energía por el largo caminar y de paso necesita 7-8 horas de ruminación y si el pasto consumido es de mala calidad el pase de factura viene en los bajos índices productivos y reproductivos de los vacunos en producción.
Por lo tanto amigo productor debe garantizarle al animal las condiciones para que produzca: factor nutricional, inviértale al forraje, y factor sanitario para que manifieste la capacidad genética y así la factura será muy buena en los índices productivos y reproductivos: Más kilogramos de carne por hectárea - año; Más litros de leche por hectárea – año; Más unidades animal por hectárea (U.A/Ha.); Más kilogramos de becerros destetado por vaca del rebaño; Más litros de leche por vaca del rebaño; Más kilogramos de carne por hectárea – año en ceba. En definitiva más unidades de productos por hectárea para distribuir los costos fijos, costos operativos, y de producción de la finca o empresa agropecuaria.
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